domingo, 21 de diciembre de 2014

ni MÁS DE LO MISMO ni UNICORNIOS FOSFORITO


Entrevista para el programa “CaféTV” (La 8 Salamanca, CyLTV), 16-12-2014:



jueves, 11 de diciembre de 2014

¡¡¡Y con música!!! Sam Cooke


Hoy hace 40 años que asesinaron a Sam Cooke. Referente de la música soul, tenía sólo 33 años cuando le quitaron la vida. A pesar de esa juventud, ya nos había dejado grandes temas. Entre ellos, una inmortal cancionaza: “Wonderful world”.

La mítica escena de Único testigo ayudó de nuevo a popularizarla. "Qué hacéis aquí", les preguntaba aquel amish a los personajes de Kelly McGillis y Harrison Ford. "¡¡¡Y con música!!!", les increpó.  

Pues eso. "¡¡¡Y con música!!!". Esa música que contribuye a silenciar ataduras, barreras y cerrazón



lunes, 17 de noviembre de 2014

#símeimportael9N


Plaza Mayor de Salamanca, 8-11-2014: #símeimportael9N (acto en defensa de la ciudadanía común, tal y como el otro día intentábamos explicar).



jueves, 6 de noviembre de 2014

Se puede engañar más alto, pero no más burdo


“Se han producido algunas cosas que no nos gustan”, dijo Rajoy hace unos días. “Unas pocas cosas”, insistió. Cuando el presidente del Gobierno hizo estas declaraciones, estaba aludiendo y eludiendo: aludía a la corrupción, y eludía el nombrarla.  

Son los usos y costumbres propios de Rajoy, porque son los usos y costumbres que caracterizan al establishment que nos gobierna desde hace más de tres décadas. No llamar a las cosas por su nombre es una vomitiva práctica que ha manoseado sin pudor el reinante bipartidismo.

Cuando Rajoy apunta que “se han producido algunas cosas que no nos gustan”, no sólo aflora el eufemismo (“algunas cosas”, “unas pocas cosas”). Aflora también la pasiva refleja (“se han producido”), que quizá resulte más perversa. A través de esa pasiva refleja, Rajoy pretende escurrir todo el bochornoso bulto. Esa pasiva refleja evita la contaminación, burla la suciedad… y enmascara los hechos.

Rajoy podría haber planteado: “El PP y el PSOE hemos sentado los cimientos desde hace muchos años, para que la corrupción campe a sus anchas”. Esa frase sería nítida, clarificadora y veraz. Sin embargo, Rajoy escogió otro camino.

La engañifa no sólo surge por esquivar la palabra corrupción. Decir que “se han producido cosas” es sugerir que han brotado por azar y generación espontánea. Decir que “se han producido cosas” es sugerir que estamos ante algo que tiene vida propia, sin causas ni causantes.

Cuando Rajoy nos lanza la milonga de que “se han producido cosas”, nos invita a pensar que estamos ante una especie de fenómeno atmosférico, ante el que no cabe pedir responsabilidad alguna. Por eso es una trampa. Una más dentro del sonrojante currículum que viene protagonizando el duopolio PPSOE.

El poeta y ensayista Paul Valéry advirtió que “la sintaxis es un valor moral”. Salvadas las excepciones que corresponda salvar, entiendo que estaba en lo cierto. En el lenguaje político, la fórmula lingüística elegida suele encarnar una opción ética. Una forma de entender la convivencia. Una manera de afrontar el ejercicio democrático.  

Rajoy es ese político pasivo y sin reflejos, que recurre a la embaucadora pasiva refleja que ha sido reseñada. Rajoy es el mismo que ya se negó a utilizar la palabra “rescate”; y es el mismo que, ante el vertido del Prestige, señaló: “Salen cuatro pequeños hilitos con aspecto de plastilina en estiramiento vertical”.

Pues eso. Qué más puede mentirse. Se puede engañar más alto… pero no más burdo.

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artículo también difundido/publicado en esRadio y Tribuna de Salamanca (4 y 5 de noviembre de 2014). 

martes, 4 de noviembre de 2014

Ante el 9N, defensa de la ciudadanía común


Libres e Iguales es una plataforma cívica que agrupa a personas de sensibilidades e idearios diversos, pero que comparten ciertos principios constitucionales. 

Esta asociación realiza un llamamiento en defensa de la ciudadanía común, y frente a la agresión a la democracia que pretende llevar a cabo la Generalitat de Cataluña.  

La convocatoria tendrá lugar en toda España, el mismo día y a la misma hora: el próximo 8 de noviembre, a las 12´00 horas. Para quienes estén en Salamanca y deseen acudir, la Plaza Mayor (frente a la fachada del Ayuntamiento) será el punto de encuentro. 

Coda 1: La defensa de la ciudadanía (y todas las connotaciones democráticas que ello conlleva) ha estado muchas veces presente en este blog. A modo de ejemplo, este reciente post que se ocupaba del último libro de Savater

Coda 2: Precisamente, Fernando Savater estará en San Sebastián para participar en el acto #símeimportael9N, y dar lectura al correspondiente texto. La misma labor que también desempeñaremos otras personas a lo largo de toda la geografía española. 





jueves, 23 de octubre de 2014

He visto cosas que vosotros no votaríais


"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". Es el mítico monólogo de la película Blade Runner. El monólogo final del replicante.

En la vida política que nos envuelve, todas las semanas vemos cosas que también cuesta creer, aunque más cuesta ignorarlas. Tanto por razones democráticas, como por razones económicas, la indiferencia siempre conlleva mayor coste.

He visto cosas que vosotros no votaríais. Saquear cajas de ahorros más allá del Banco de España, y más acá de esa okupación partidista de las mismas. He visto consejeros en llamas hacerse las víctimas, cuando les han pillado con el carrito de las black. He visto tarjetas-B brillar en la oscuridad (quizá por ser tan opacas), cerca de la puerta de Génovahäuser, y próximas a la puerta de Ferrazhäuser. Todas estas abyectas sinvergonzonerías espero que no se pierdan en el recuerdo como lágrimas en la lluvia. Es hora de votar. De votar para botarles. De votar para botar… a tanto replicante sin escrúpulos, que harían sonrojar a todo Orión.

He visto cosas que vosotros no votaríais. El lunes 20 de octubre, sin ir más lejos, Cospedal nos aseguró que el PP tomará una decisión sobre Rato “dentro del ámbito de la rapidez”. Qué hermosura: “Dentro del ámbito de la rapidez”. Creíamos que Cospedal no podría superarse. Creíamos que aquello de “la indemnización en diferido” para Bárcenas difícilmente podría igualarse. Pero no. Cospedal es al lenguaje tramposo, como Usain Bolt al atletismo. Cospedal siempre puede sorprenderte con un hallazgo. Siempre puede deslumbrarte con un requiebro que se convierta en una nueva plusmarca.

He visto cosas que vosotros no votaríais. Ese mismo lunes, sin ir más cerca, escribía Esperanza Aguirre un asombroso artículo en Abc. Un artículo sobre las tarjetas opacas de Caja Madrid. Aguirre, con todo su cuajo, hablaba de las Cajas como si ella fuese una alienígena que de repente ha llegado a la tierra, y se entera de esas sucias tropelías que se han practicado en los Consejos de Administración. Hablaba como si ella nunca hubiera peleado  por colocar a su candidato al frente de la Caja. Hablaba como si ella no perteneciera a uno de esos partidos que han entrado en las Cajas… hasta quebrarlas.

He visto cosas que vosotros no votaríais. He visto a palmeros gubernamentales, decir que todo lo que se va sabiendo sobre tarjetas y consejeros… se debe a la heroica acción del Gobierno. Y he visto a Blesa (el amiguito de Aznar) plantear que Mapfre pague su fianza.

He visto cosas que vosotros no votaríais. Y me fascina observar que el PP, el PSOE e IU se rasgan ahora las vestiduras… después de haber ido colocando a su gente en los correspondientes cenáculos de las Cajas. Seguimos a la espera de que Pedro Sánchez llame a Sálvame para explicarnos cuál fue su papel como miembro de la Asamblea de Caja Madrid, entre 2004 y 2009. En todos esos años, ¿vigiló, supervisó, controló, fiscalizó… algún desmán de cuantos por allí afloraban? Y si no es así, ¿para qué servía ser insigne miembro de esa Asamblea?

Todos hemos podido ver cosas. Por cierto. El alcalde de Salamanca, además de alcalde, es también presidente del Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP. Ese órgano que deberá decidir (algún día) sobre Rato y el resto de militantes que dispusieron de tarjetas opacas.

El PP es un partido en el que Bárcenas llevó las finanzas durante casi tres décadas. Es decir, no es un partido que se caracterice por los pulidos controles internos ni por la minuciosa  exigencia de responsabilidades. De modo que (aparte de triquiñuelas y juegos florales) nada cabe esperar a ese respecto.  Ahora bien. A estas alturas… importan mucho las bajezas. Y más allá de lo que el PP haga y deje de hacer, lo ineludible es que los responsables del ingente desfalco devuelvan el dinero, y rindan cuentas ante la justicia.


Hay un partido que desde su nacimiento se opuso a la colonización partidista de las Cajas. Un partido que, habiendo tenido ocasión de participar en los CAJAmanejes, renunció a esa infección. Un partido cuyas acciones judiciales (entre otras la querella Bankia y la querella preferentes) posibilitan la expectativa de que este saqueo… no salga gratis a los saqueadores. Ese partido, le pese a quien le pese, se llama UPyD.


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artículo difundido/publicado en esRadioTribuna de Salamanca (21 y 22 de octubre de 2014).

martes, 7 de octubre de 2014

Defensa de la ciudadanía


Sabido es: no es lo mismo tener apéndice que padecer apendicitis. Esa gráfica distinción la expuso hace años Julián Marías, para explicar que uno puede pertenecer a una nación, sin que por ello tenga que ser nacionalista.

Décadas después sigue siendo necesario realizar esas clarificaciones. El pasado domingo vi a un señor haciendo una entrevista desde un sofá televisivo. Ese entrevistador pasó a considerar “facha” el defender la igualdad de derechos y libertades de todos los españoles. Los nacionalistas (y los que creyendo no serlo reproducen las mismas milongas del nacionalismo) son muy rápidos enarbolando el espantajo del “facherío” o considerando “nacionalistas españoles” a cualquiera que no esté entre sus huestes. 

A la vista de toda esa educación para la identidad que por tantos altavoces se difunde, quizá sería higiénico contemplar algún apunte:

1. Defender la integridad de un Estado no equivale a ser nacionalista. Algunos no queremos levantar fronteras; algunos no deseamos que se fragmente la ciudadanía; algunos rechazamos esa pretensión de convertir en extranjeros a nuestros conciudadanos; algunos pretendemos salvaguardar y mejorar el Estado de Derecho, como mejor anclaje en el que poder desenvolver nuestra ciudadanía. Guste más, guste menos, lo dicho nada tiene que ver con las habituales ínfulas del nacionalismo. 

2. El nacionalismo diseña una identidad como hegemónica. El nacionalismo ensalza (y si tiene ocasión, impone) una modelada identidad que erige en prioritaria. Por eso el franquismo era nacionalista: porque pretendía instaurar un modo de ser español. Un modo de ser a la medida de las fantasmagorías franquistas. Es la misma lógica (la misma y triste lógica) que hoy siguen empleando otros nacionalismos: instaurar un patrón para ser catalán, para ser vasco, para ser… lo que corresponda.

3. El auténtico concepto de ciudadanía no va circunscrito a lo identitario. El auténtico concepto de ciudadanía no está subordinado a un condicionante de tipo étnico, cultural, religioso, ideológico, racial… No. No se es ciudadano de 1ª o de 2ª en función de ajustarse mucho, poco o nada al molde predeterminado. No se es un buen o mal ciudadano por el hecho de cumplir con el pack que configuran los ingenieros de las esencias.

4. Las identidades que cada cual elija no han de sumar ni restar a nuestra condición de ciudadanos. Esas identidades deberán ser voluntarias, autónomas, opcionales. No impuestas. No asignadas. Dicho de otra forma: las identidades no son un salvoconducto para poder ser ciudadano; sino que somos ciudadanos, y como opción individual y libre cada cual elegirá sumarse a las identidades que desee.

Fernando Savater, el gran Fernando Savater, acaba de publicar su último libro: una espléndida Defensa de la ciudadanía. Ciertamente, hace mucha falta defender la idea de ciudadanía (tan sustancial al ejercicio democrático), y distinguirla de esas abstracciones o entelequias tan al uso: “el pueblo”, “la calle”, “la costumbre”, “la tradición”, “los derechos históricos”, "los derechos de los territorios", etc, etc.

La ciudadanía son los derechos, deberes y garantías que nos corresponden… a las personas. Y eso no está supeditado a ser nativo de ni creyente en. Ser ciudadano no depende de tener apellidos adscritos a determinada raigambre, ni depende del color de piel, ni de la orientación sexual, ni de la fe que se profese, ni del mayor o menor aprecio que se le tenga al paisaje que te envuelve.

No nos dejemos embaucar cuando el nacionalismo disfrace sus pretensiones en el amor (el amor a la tierra, a la cultura, a la lengua… y todo el blablablá correspondiente). Hace 30 años, y con la misma lucidez que en la actualidad, Savater ya nos advertía: “Del sentimiento de amor al propio terruño no se deriva forzosamente la ideología nacionalista, del mismo que el incesto no es una consecuencia inevitable del amor filial” (Contra las patrias, 1984).

Pues eso. No es lo mismo el apéndice que la apendicitis. No es lo mismo el amor filial que el incesto. No es lo mismo la ciudadanía que la identidadY por supuesto (permítanme la primicia), no es lo mismo escuchar a Oriol Junqueras… que aprender con Savater. 
 

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artículo publicado en Tribuna de Salamanca, 8-10-2014.




viernes, 26 de septiembre de 2014

Mi país se corrompe lo normal


Algunos estudiosos indican que la corrupción que se vive en España es equiparable a la de otros países de su entorno. Vienen a decir que si nos pusiéramos a comparar cifras, índices, variables y estadísticas, observaríamos un nivel “normal” de corrupción.

A mí me cuesta comprender este tipo de afirmaciones. No estoy diciendo que quienes realizan ese diagnóstico estén justificando la corrupción. Tan sólo muestro mi perplejidad, puesto que medir la cantidad de corrupción no nos lleva al meollo del asunto.

Por una parte, porque la cantidad de corrupción detectada no nos clarifica la corrupción inadvertida. Pasa algo parecido a lo que sucede con el narcotráfico: los alijos de droga requisados no son el todo de la mercancía entrante.

Pero a su vez, convendrá subrayar que lo prioritario no es lo cuantitativo (cuánta corrupción aflora), sino lo cualitativo (si funcionan o no los contrapesos democráticos que permiten detectar esa corrupción; y qué respuesta institucional y electoral se le brinda a la corrupción, una vez que ésta ha aflorado).

Dicho de otra forma. Dado que lo peor no es la corrupción, sino su impunidad, la mayor alarma debiera brotar cuando constatemos (a) impunidad de origen, (b) impunidad penal y (c) impunidad en las urnas:

(a) si en un país han sido erosionados los mecanismos de control y vigilancia (los clásicos checks and balances que caracterizan a toda democracia que se precie), habrá un porcentaje alto de corrupción que ni siquiera llega a visualizarse;

(b) si en un país la corrupción acaba saliendo gratis desde el punto de vista judicial, eso denotará el correspondiente deterioro de las instituciones, eso denotará que falla la división de Poderes, eso volverá a denotar, en definitiva, el mal funcionamiento del Estado de Derecho;

(c) si en un país la corrupción es votada en las elecciones, eso evidenciará que parte de la ciudadanía ha querido hacerse cómplice de tales manejos. La culpabilidad no será la misma, pero la responsabilidad (en tanto que ciudadanos) nos alcanza a todos.

En consecuencia, cabe desmontar esa supuesta “normalidad” que algunos atisban. Aunque el número de casos de corrupción estuviera en parámetros “normales” (entre comillas); no puede ser “normal” la existencia de agujeros negros en los que la corrupción resulte inescrutable; y no puede ser “normal” que la corrupción resulte impune en los tribunales; y no puede ser “normal” que la corrupción sea amparada por el partido en el que surgió; y no puede ser “normal” que la corrupción sea votada con el bochornoso alborozo que ha venido votándose. Esos fenómenos paranormales de la política han sucedido, desde luego, en España.

Hace unos años, Miguel Lorente publicó un libro que lleva por título Mi marido me pega lo normal. El título refleja ese testimonio de tantas y tantas mujeres que por desgracia habían asumido el maltrato como algo natural y comprensible.

Igual que toca seguir dando la batalla para que nunca (en modo alguno y bajo ninguna circunstancia) pueda percibirse con “normalidad” la violencia machista; también toca seguir dando esa otra batalla referida a la corrupción.  

Frente a la idea de que “mi país se corrompe lo normal” (y “la democracia se desmorona sin excesos”; y “el Estado de Derecho se derrumba… pero poco”), frente a esas tristes renuncias, también cabe algo más que dejadez, pasividad e indiferencia.

Y por cierto. La corrupción política es más, mucho más, que meter la mano en la caja. Seguiremos al habla. 


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artículo difundido/publicado en esRadioTribuna de Salamanca (23 y 24 de septiembre de 2014).

domingo, 14 de septiembre de 2014

Libre te quiero


Está escrito, en el pasado, por García Calvo. Está olvidado, en el presente, tantas y tantas veces. 

La música popularizó hace años esta letra. Su mensaje, vigente siempre, sigue estando a menudo en el olvido: en muchas partes del mundo, y en nuestra sociedad más cercana. 

Quien no te quiere libre, en modo alguno te está queriendo. Tan obvio... como obviado.   

miércoles, 16 de julio de 2014

Borja, lo entiendo. Sé fuerte


El coronel carecía de correspondencia, nos enseñó García Márquez. Pero Bárcenas sí tuvo quien le escribiese, y además con sobrado cariño: “Luis, lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré”. El Cyrano de Bergerac que estaba al otro lado del SMS se llama Mariano Rajoy, ¡¡¡y sigue siendo presidente del Gobierno!!!

El alcalde de Brunete ha intentado sobornar a una concejala de UPyD: María Isabel Cotrina. La concejala resistió a ello y ha puesto las pruebas encima de la mesa. Horas de grabación en las que se puede escuchar, con minucioso detalle, la abyección de un alcalde. Pues bien, ¡¡¡el insigne Borja Gutierrez sigue siendo alcalde de Brunete; y su heroico partido prosigue mirando para otro lado!!!   

La corrupción es mala, sí. Pero la impunidad es aún peor. Sabemos que en España existe la primera (corrupción), y también hemos podido verificar que ha existido la segunda (impunidad). Lo ocurrido en Brunete nos evidencia que incluso puede darse un tercer estadio de degeneración.

El alcalde de Brunete negó los hechos. Salió a decir que las grabaciones sólo reproducían fragmentos parciales y descontextualizados. Y cuando se encontró con el audio íntegro, cuando se topó con la innegable obviedad, decidió cambiar de estrategia. Es el momento en el que el pillado simula sentirse muy orgullosito de su pillaje, e intenta enmascarar su maloliente pillada. De ahí el presentarse como un sacrificado alcalde, que tras hacerlo todo por el bienestar “del pueblo” (cómo dudarlo), resulta que se encuentra con esos ingratos y malísimos que no saben comprenderle. 

Desde luego, qué ingratitud. Una edila que no supo valorar la invitación de ese dadivoso alcalde, tan preocupado él por la vecindad y el interés general: “Quiero que estés con nosotros. Y si tengo que hacer esfuerzos para convencerte, pues los hago: del tipo que sea, del tipo que sea”, reitera el esforzado alcalde. El susodicho apela a “las salidas profesionales” que recaerían sobre la concejala, e insiste en que esa ventajosa oferta no sólo es para ella (a título individual), sino también “para quien tú quisieras”. Y así, sin despeinarse, el generoso alcalde va incorporando sucesivas prebendas y regalías, a las que añade las coletillas de que “eso es lo más sencillo”, “eso es lo más fácil”, “eso es peccata minuta”. Desde luego, queda claro en la grabación que a Borja Gutierrez no le incomoda ser altruista… con lo que no es suyo.

Pobrecillo. Tan incomprendido como que UPyD le ha puesto una denuncia por presuntos delitos de cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, coacción y amenazas. Eso sí, el incomprendido regidor sí ha encontrado la entusiasta comprensión del PP. Ese PP que dice estar muy comprometido en la lucha contra la corrupción, y que de momento (en un sin par rapto de coraje) ha decidido reflexionar sobre el tema. ¡¡¡Guau!!!

El PP (con Esperanza Aguirre e Ignacio González en papel estelar) ha suministrado un nuevo mensaje: “Borja, lo entendemos. Sé fuerte. Mañana te llamaremos. Entretanto, seguiremos mareando la perdiz”.

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Coda 1: Al comienzo, aludía al memorable SMS de Rajoy. El Cyrano de Compostela se dirigía de esa forma a Bárcenas, 48 horas después de conocerse que el preboste tesorero reunía en Suiza unos ahorrillos... tan descomunales como inexplicables. Pues bien. Un año después de conocerse esa información a través de El Mundo, Rajoy sigue siendo presidente del Gobierno; y quien era director de ese diario, Pedro J. Ramírez, está ya destituido


Coda 2: El alcalde de Salamanca es también presidente del Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP. ¿Entrará dentro de sus competencias algún ejemplar veredicto sobre su homólogo de Brunete? Aysss. Aguardo con expectación.

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artículo también publicado (16-7-2014) en el blog personal de Tribuna de Salamanca.


miércoles, 21 de mayo de 2014

No es un pacto de Estado. Es un pacto para estar y seguir estando


“AtrincheraMIENTO”, del verbo “atrincheraMENTIR”. Verbo que aglutinaría fortificación y engaño, trinchera y ocultación… para seguir salvaguardando el blindaje: “Yo atrincheraMIENTO”, “tú atrincheraMIENTES”, “él atrincheraMIENTE”, “nosotros atrincheraMENTIMOS”… Ahí está el presente de indicativo que conjugan con devoción los PP-PSOE. A veces verbalizan en voz alta la gran coalición;  y en ocasiones la callan, la enmascaran o la niegan. Pero desde hace muchos años vienen forjando su particular ciudadela.

La monserga bipartita ha trabajado sin descanso por edificar un fortín del que ambos resulten inexpugnables. No van ahora a flaquear. Seguirán afianzando su simbiosis partidista, puesto que sus recíprocos intereses de partido son los lazos que más y mejor les unen.  

Si esas premisas han configurado la auténtica agenda de ambos partidazos, cuando han olisqueado amenazas, el fétido colaboracionismo se ha estrechado más aún, y más que puede seguir estrechándose… a pesar de las retóricas negativas que formulen de cara a la galería. El duunvirato sabe muy bien que con las cosas de mandar (ligadas a las cosas de comer) no se juega.

Por cierto, quede claro: no es lo mismo un pacto de Estado, que pactar para estar, que pactar para seguir estando, que pactar para seguir siendo. Porque de eso hablamos: de supervivencia. Dentro de la escala de valores que manosea el duopolio, su supervivencia resulta bien prioritaria frente al interés general y frente a la mejora de nuestra deteriorada democracia.

La pasada semana, en su comentario matinal, Iñaki Gabilondo analizaba si PP y PSOE eran o no lo mismo. Concluía que entre ellos existen “distintos decires”, pero “muy parecidos haceres”. El diagnóstico no es que pueda parecer atinado. El diagnóstico puede, sin más, corroborarse. Donde yo sí discreparía con el periodista es en la ubicación de la causa. Gabilondo apuntaba que esas similitudes bipartidistas se habían generado a raíz del triunfo del “neoliberalismo”.

No. No es cuestión de “neoliberalismo” ni de más o menos “doctrina Merkel” (a la que también aludía Gabilondo en su reflexión). Todo ello puede entrar dentro de las diferencias que escenifican y simulan los PP-PSOE. Pero siguen siendo “decires” que no explican los compartidos “haceres”.  

Si PP y PSOE se siguen repartiendo el CGPJ, no es por culpa del neoliberalismo. Es porque así lo han querido los dos partidos mayoritarios, tratando de atemperar los riesgos que para ellos conllevaría una Justicia independiente. No sé si alguna vez creyeron en la división de poderes, pero lo constatable es que le han cogido afición a pisotear una norma imprescindible en cualquier Estado de Derecho que se precie.

Si PP y PSOE copan con sus afines los órganos de supervisión, control y vigilancia (desde el Tribunal Constitucional hasta el Tribunal de Cuentas, pasando por la CNMV… y cuanto se vaya terciando en su camino), no es por culpa del neoliberalismo. Es porque así lo han querido los dos partidos mayoritarios, pretendiendo desnaturalizar la labor encomendada a esas instituciones.

Si PP y PSOE han deseado amarrar una ley electoral injusta (donde el voto de las personas no vale lo mismo), no es por culpa del neoliberalismo. Es porque así lo han querido los dos partidos mayoritarios, empecinados en seguir siéndolo, a pesar de que esa ley electoral atente contra uno de los más básicos principios democráticos. [Por no hablar de los papelones colaboracionistas de IU. Están en el Gobierno de Andalucía, incluso en la vicepresidencia, y resulta que el sillón les ha hecho olvidar la reforma electoral: una demanda que decían tener clara].

Y así podríamos seguir enumerando temas y temas en los que PP y PSOE han venido caminando de la mano: desde el asalto y desfalco de las Cajas de Ahorro, hasta el existente desparrame de aforados, o las cómplices componendas ante la corrupción (el bochornoso debate televisivo entre Cañete y Valenciano fue la penúltima evidencia de cómo en este asunto, como en tantos otros, PP y PSOE se guardan mutuamente la ropa).

Todos estos destrozos no han ocurrido al azar. La amalgama de estropicios se viene sucediendo porque la gran coalición no es un futurible. Es un auténtico presente (que viene arrastrándose desde el pasado), y que busca seguir recolectando frutos en el futuro. Ésa es la gran coalición: ambiciona seguir apuntalando el privilegio, ansía seguir guareciendo el inmovilismo, anhela seguir fosilizando sus regalías, y aspira a seguir atrincherando al establishment.
 
Insisto: no es un pacto de Estado. Es un pacto para estar. Es un pacto de supervivencia. Es un pacto para perennizarse. Es un pacto para seguir estando… y seguir siendo.


Coda 1: La transparencia es requisito imprescindible para combatir la corrupción. Pues bien, Transparencia Internacional acaba de publicar su análisis sobre lo transparentes que son las distintas fuerzas políticas. UPyD consigue el único sobresaliente del estudio. A mucha distancia se sitúan los aprobados de IU y ERC; y a partir de ahí, la larga lista de suspensos: PP (4´5), Equo (4´5), Convergència (3´5), PSOE (3), Ciudadanos (3), PNV (2´5), Unió (2´5) y Coalición Canaria (1´5).


Coda 2: Transparencia Internacional analiza si los partidos permiten el acceso a indicadores que son decisivos a la hora de calibrar esa mayor o menor transparencia: cuentas anuales; desglose de los gastos, ingresos y bienes patrimoniales; informe de fiscalización por parte del Tribunal de Cuentas; presupuestos anuales y liquidación presupuestaria; datos sobre entidades vinculadas al partido (fundaciones, asociaciones…); procesados por corrupción en las listas electorales; gastos electorales; currículum de los candidatos incluidos en las listas… Quien desee más información al respecto puede acercarse a estos enlaces: http://bit.ly/1p2vqRG ; http://bit.ly/1gvawuG

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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (21-5-2014).
 

viernes, 2 de mayo de 2014

Crear es quitar cuanto sobra


El David estaba dentro. Aguardaba escondido en el bloque de mármol, esperando a que alguien lo rescatase. Y en ésas que llegó Miguel Ángel. Llegó con su cincel, su martillo y su talento. Y golpe aquí, golpe allá, se puso a quitar cuanto sobraba… en busca de su empeño.

Por eso crear es quitar cuanto sobra. Y por eso crear es un proceso de búsqueda. Independientemente de la disciplina artística-cultural ante la que nos encontremos, eso es crear: quitar la maleza que esconde el hallazgo, quitar lo sobrante buscando el acierto.

El guionista cinematográfico, el redactor publicitario, el periodista, el dramaturgo, el novelista, el ensayista, el poeta… se peleará por cada palabra, tratando de acertar con aquella que corresponde. Y si Juan Ramón Jiménez apelaba a la “intelijencia” (con jota) para q le diese “el nombre exacto de las cosas”, Caballero Bonald describió, certero, esa estimulante y fatigosa lucha: “me he dejado la salud en busca de un adjetivo”.

Si esto ocurre con el lenguaje (desechar y desechar en ese inmenso mármol del idioma, desechar y desechar ante esas infinitas posibilidades de combinar cada vocablo), así ocurre también con el resto de lenguajes: el musical, el de las artes plásticas, el de las artes escénicas…

No siempre el arte reproduce lo visible. Más bien, como nos advirtió Paul Klee, “hace visible lo que no lo era”. Y este propósito no cabe circunscribirlo al sentido de la vista: habrá disciplinas que permitan visualizar aquello que estaba pasando inadvertido, como habrá disciplinas que hagan audible algo que trasciende a los sonidos. Y así, sucesivamente, con todo el abanico de percepciones, y con el conjunto de actividades artísticas, intelectuales, creativas... y creadoras.
  
Como no podía ser de otro modo, también la Restauración asume esos afanes. También la Restauración se propone quitar cuanto sobra (para restituir lo que existía); y también la restauración asume ese proceso de búsqueda (para sacar a la luz aquello que el deterioro o la negligencia habían ocultado).
 
Mi felicitación y bienvenida a La Restauroteca: adelante, adelante, adelante. ¡¡¡Todo lo mejor!!!  

viernes, 18 de abril de 2014

POSTUREOshment y aforamiento


El postureo es simulación, pose, paripé. El postureo es apariencia vacía de contenido, escaparate carente de trastienda. El postureo es doble rasero, y doble vara de medir, y doble oropel de artificio. El postureo es relumbrón que se afogona en el análisis. El postureo es simulacro que se contradice en cuanto asoman otras verificables constataciones.

La política contemporánea no anda escasa de postureo. En ninguna época ha faltado, pero desde luego que la política actual (tan ligada al foco mediático) no escatima las dosis postureras. Pongamos un reciente ejemplo, y juzgue cada cual.

El reciente 14 de abril, desde su perfil de Twitter, el diputado Ricardo Sixto difundía una foto. Perteneciente al grupo parlamentario de IU, Sixto aparecía en el Congreso, sonriente y ufano junto a la bandera tricolor. Todo era, por entendernos, como de fíjate qué transgresor y rebeldote soy; fíjate cuántos aires revolucionarios encierra cada pixel; fíjate cómo molo mogollón, y cuánta repanocha que desprendo



Ok. Estupendo. Pero veamos ahora a Ricardo Sixto, desde la misma tribuna de oradores, ejercitándose en otro lance. Corría junio de 2013, y UPyD había llevado al Congreso una iniciativa para acabar con el desaforado desmán de aforados.

En España hay 10.000. 10.000 aforados frente a los pocos (o ninguno) que existen en otras democracias. Ante la propuesta de UPyD para acabar con ese desbarre, el resto de fuerzas políticas responde al unísono. Ha pasado más de una vez: UPyD realiza una propuesta, y el conjunto del establishment hace piña (sin colar), colando sus descalificaciones y exabruptos.

Observen el vídeo que se adjunta. Observen a nacionalistas y a PP, PSOE e IU (representada por el reseñado Ricardo Sixto) caminar juntitos por la senda del privilegio. Todos a una proclaman las virtudes de esa figura ancestral que se llama aforamiento; todos a una aceptan el desmedido abuso que existe en España de tal figura; y todos a una (as usual) pretenden desprestigiar a quien hace la propuesta de combatir ese delirio. 



Coda 1: El pasado domingo, El País publicaba un reportaje sobre el tema: “Aforados, la excepción española”. Es una pena que El País no se haya enterado (o no haya querido enterarse) de la otra gran excepcionalidad que confluye en este tema: la existencia de una fuerza política que viene denunciando este desatino desde 2013.

Coda 2: Aparte de ignorar a UPyD (algo que también han hecho otros medios cuando han abordado el tema), El País adjuntaba un artículo cuyo autor plagiaba a Rodrigo Tena, tal y como el propio plagiado evidencia en este clarificador post publicado en ¿Hay Derecho?


Coda 3: Acierta Rodrigo Tena al vislumbrar el neologismo del “espablishment”. Es decir, espabiladetes del establishment, espabiladetes que alimentan a (y se retroalimentan de) un decadente statu quo. Todo ello no queda al margen de lo apuntado en el arranque de este texto. Al fin y al cabo, el postureo es perejil que aliña esas grimosas salsas.  


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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (16-4-2014).

domingo, 23 de marzo de 2014

Suárez lo intentó. ¿Y nosotros?


“Lo he intentado”, reza el epitafio de Willy Brandt. Considero que sería un epitafio válido también para Adolfo Suárez.

Ese mensaje implica voluntad y entusiasmo. Sin esos ingredientes no habría auténtica tentativa. Y ese mensaje implica, a su vez, una imprescindible y lúcida humildad.

“Lo he intentado” (aquel “Ich habe es versucht” del canciller alemán) es un epitafio que ahuyenta tentaciones de soberbia. Un epitafio que no se vanagloria de lo realizado (porque es consciente de que toca seguir realizándolo); y un epitafio que no incurre en presuntuosas arrogancias (porque en modo alguno se atribuye la obtención plena de resultados). Ese epitafio es una lección vital… y una elección ante la vida.

El intento no presume la consecución. Pero lo que no se ha conseguido en su totalidad no tiene por qué ser un demérito de quien trabajó por conseguirlo. Lo que dejó de hacerse después (incluso lo que se hizo después para estropear lo inicialmente hecho) no es culpa de quien comenzó a hacerlo.

Hay muchas cosas de nuestra democracia que requieren mejora. Hay mucha reconciliación que todavía está por alcanzar. Todo ello es una obviedad. Sin embargo, justo es reconocerlo: hubo personas que intentaron poner en marcha el sistema democrático; y hubo personas que trabajaron de forma incansable por afianzar esa necesaria concordia.

Entre esas personas, lugar bien preferente ocupa Adolfo Suárez: él lo intentó. Décadas después hace falta (mucha falta) que como sociedad estemos dispuestos a seguir intentándolo.


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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (26-3-2014).



 

miércoles, 19 de marzo de 2014

Gobernar es fácil con los ojos cerrados


La película de David Trueba (Vivir es fácil con los ojos cerrados) fue la triunfadora en la última edición de los Premios Goya. Como es sabido, el título emana de una canción de los Beatles, y parecería que este Gobierno (al igual que Gobiernos anteriores) siente una asombrosa predilección por el verso de Lennon. La diferencia es tan atronadora, como musical: los muchachos de Liverpool sonaban muy bien; mientras que la muchachada de Rajoy escasea de agudos, y desafina con los graves.

Cerrar los ojos ante la realidad es una actitud muy humana. A veces hasta puede facilitar la vida, como apunta la canción. El problema tal vez resida en las proporciones, y en la oportunidad, y en las responsabilidades concretas de quien ha decidido dar la espalda a los hechos.

No es lo mismo hacer castillos en el aire, que pretender hospedarse, literalmente, en ellos. No es lo mismo recurrir a la evasión, que abusar del escapismo. No es lo mismo recurrir a lo ficticio para oxigenarse de (y comprender mejor) lo real, que apalancarse en la ensoñación, y ser incapaz de deslindar entre fantasía y realidad.

Y junto a las proporciones y la oportunidad, también están, decíamos, las responsabilidades de quien ha decidido el metafórico cierre de ojos. Si un Gobierno se empeña en mirar para otro lado ante los hechos que le resultan incómodos… mal vamos. Esa tentación ya ha hecho callo en el duopolio gobernante, y las legislaturas nos han venido brindando gloriosos ejemplos en los que el Ejecutivo de turno se resistía a reconocer la obviedad. En ésas que seguimos.

La semana pasada, sin ir más lejos, Gallardón declaró: “Este Gobierno no ha concedido un solo indulto por un delito de corrupción”. Le dio a sus palabras un tonito muy serio, para envolver su mentira de circunspecta afectación. Como los datos oficiales se apresuraron a desmentirle, y como le debió resultar complicado tener que contradecir al propio BOE que él mismo había escrito, tuvo que enmendar al día siguiente sus palabras.

Sin embargo, dado que rectificar es de sabios, Gallardón nos sacó de dudas. Él no anduvo con rectificaciones, porque él prefiere ir de sobrao. Por eso balbució unas cuantas ruedas de molino, se empecinó en que el personal tragara con ellas, y ofreció una absurda explicación, aún más petulante que la primera tomadura de pelo. Ay, señor Gallardón: hay que ser muy torpe para creerse tan listo.

Pero en fin, cómo nos va a extrañar la actitud de ese ministro, si el propio presidente del Gobierno ni siquiera es capaz de reconocer que ha habido rescate: el sistema financiero fue intervenido, Europa inyectó más de 40.000 millones de euros, la llamada troika se instaló en España hasta hace nada, y el Memorandum of Understanding determinó las condiciones a cumplir. Pues bien, Rajoy no sólo decide cerrar los ojos ante la innegable evidencia, sino que además adopta el postureo chulesco y despectivo hacia quienes desmontan mediante el argumento su farsa.

“Debe de ser usted el único español que no sabe que nos han rescatado”, le tuvo que recordar Rosa Díez (en el último Debate sobre el Estado de la Nación) a ese airado Rajoy de maleducados usos parlamentarios. Y éste es sólo un ejemplo: hay otros 40.000 millones de razones que corroboran los engaños de Rajoy: un presidente que prefiere cerrar los ojos, antes que afrontar las realidades que le desagradan, y antes que reconocer la autenticidad… de su falsificación.

Recordemos a Wislawa Szymborska, y su poema “La realidad”. Puesto que la poeta polaca no suele aparecer en el Marca, quizá Rajoy no caiga en este momento: “La realidad no se desvanece / como se desvanecen los sueños. / Ni ruidos ni timbres / la dispersan, / ni gritos ni estruendos / la interrumpen”. Y añade esta Nobel de Literatura: “Sin nosotros no habría sueños. / Aquel sin quien no habría realidad / no es conocido”.

Frente a esos Poderes y Medios que creen manejar la realidad a su antojo, frente a esos Poderes y Medios que aspiran a amordazar, enmascarar, disfrazar, edulcorar o revestir la realidad, frente a todos ellos, Szymborska ofrece su canto: “La realidad no retrocede ni un paso”.

Sí, presidente. Gobernar es fácil con los ojos cerrados. Es más fácil, y mucho más irresponsable, a pesar de que sus coros mediáticos y sus palmeros de partido aplaudan las performances escapistas que practica.

Sí, presidente. Gobernar es fácil con los ojos cerrados. Pero la realidad embarazosa no desaparece por el hecho de que hayamos decidido desatenderla. Lo real no se ahuyenta: nos ahuyentamos nosotros, se ahuyenta nuestra responsabilidad… cuando ignoramos o falsificamos esa realidad con la que tenemos un compromiso.

Sí, presidente. Gobernar es fácil con los ojos cerrados. Pero Szymborska se lo susurra al oído: “No hay escapatoria, / la realidad nos acompaña en cada huida. / Y no hay estación / en nuestro itinerario / en la que no nos espere”.

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artículo publicado (19-3-2014) en el blog personal de Tribuna de Salamanca.

sábado, 11 de enero de 2014

La Infanta y Palito Ortega


Jesús María Silva es uno de los abogados defensores de la Infanta. Catedrático además de Derecho Penal, está considerado como un prestigiosísimo jurista. Bien.

Pero el prestigio también es compatible con el improperio chulesco y chabacano. De ahí las infectas declaraciones con que se refería al juez Castro, una vez que éste había determinado la imputación de la Infanta: "Si tantas ganas tiene, si así se va a realizar como persona, pues igual vamos [a declarar]" (8-1-2014). Es decir, que los 227 folios de auto, el penalista los despechaba de esa forma: como un caprichoso desahogo del magistrado, ansioso tan sólo de realización. Vaya, vaya.  

Y para darle colofón a la semanita, Silva soflama aquello tan hermoso de que la Infanta actuó como actuó “por su fe en el matrimonio y el amor por su marido” (10-1-2014). Ya ven. Tanto prestigio, tanta cátedra, tanto bufete… y resulta que al reconocido letrado de económicas minutas, el argumentario ya se lo había escrito Palito Ortega: el famoso cantautor del "Yo tengo fe, yo creo en el amor".

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CODA 1: Comenzábamos diciendo que Silva era uno de los abogados defensores de la Infanta. Hay otros, desde luego. Algunos incluso actúan como si lo fueran, a pesar de que ello supone desnaturalizar la misión que les corresponde. No son hipotéticas suposiciones. Cuando la Agencia Tributaria o la Fiscalía se ejercitan en defensas particulares muy definidas, su papel (el papel institucional que tienen encomendado) degenera en papelón.

CODA 2: La Democracia ha de ser garantista. Por supuesto que sí. Cosa muy distinta es que un malinterpretado garantismo se circunscriba a los privilegios del establishment. Veamos. El ya condenado Jaume Matas no va a ingresar en prisión, mientras el Gobierno dilucida sobre su indulto. Dicho de otra forma: el Gobierno escurre el bulto durante un tiempo para disimular la medida de gracia, y Matas, entretanto, está ya tronchándose con la gracieta. Espectacular.

CODA 3: No es ya sólo que el Gobierno otorgue discrecionalmente indultos. Con el indulto preventivo se ha dado un paso más: queda en manos del Gobierno que la sentencia judicial... ni siquiera comience a aplicarse. Fantástico. La presunción de indulto es un vanguardista avance (otro más) en la pisoteada separación de poderes.

CODA 4: “Los mecanismos de impunidad se acumulan”, señala Irene Lozano en su último artículo: “aforamiento, control de los órganos judiciales, indulto, paralización del indulto, uso espurio de la fiscalía, doctrina Botín (…)”. Pues eso. Todo un suma y sigue. Un suma y sigue que no para de restar... y de restarnos.

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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca, 15-1-2014.