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Tal vez recuerden a aquella socorrista que se popularizó en la red. La joven se equivocó “de producto”, hubo “una reacción que flipas”, el “gas amarillo” entró en escena y, en definitiva, la “lió parda”. Aunque muchos la tomaron a broma, lo cierto es que esta socorrista estaba ofreciendo un testimonio sincero y de arrepentimiento, en el que asumía su responsabilidad y pedía disculpas a los vecinos que se habían visto afectados. Ya esas cuatro pinceladas son mucho más de lo que nos ofrecen algunos políticos cuyos disparates han sido no menos “pardos”.
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Entrada completa (publicada en Tribuna de Salamanca el 12-10-2011), aquí.