Jesús María Silva es uno de los abogados defensores de la Infanta.
Catedrático además de Derecho Penal, está considerado como un prestigiosísimo
jurista. Bien.
Pero el prestigio también es compatible con el improperio chulesco y chabacano. De ahí las infectas declaraciones con que se
refería al juez Castro, una vez que éste había determinado la imputación de la
Infanta: "Si tantas ganas tiene, si así se va a realizar como persona,
pues igual vamos [a declarar]" (8-1-2014). Es decir, que los 227 folios de auto, el penalista los
despechaba de esa forma: como un caprichoso desahogo del magistrado, ansioso tan
sólo de realización. Vaya, vaya.
Y para darle colofón a la semanita, Silva soflama aquello
tan hermoso de que la Infanta actuó como actuó “por su fe en el matrimonio y el
amor por su marido” (10-1-2014). Ya ven. Tanto prestigio, tanta cátedra, tanto
bufete… y resulta que al reconocido letrado de económicas minutas, el argumentario ya se lo había escrito Palito Ortega: el famoso cantautor del "Yo tengo fe, yo creo en el amor".
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CODA 1: Comenzábamos diciendo que Silva era uno de los abogados defensores de la Infanta. Hay otros, desde luego. Algunos incluso actúan como si lo fueran, a pesar de que ello supone desnaturalizar la misión que les corresponde. No son hipotéticas suposiciones. Cuando la Agencia Tributaria o la Fiscalía se ejercitan en defensas particulares muy definidas, su papel (el papel institucional que tienen encomendado) degenera en papelón.
CODA 2: La Democracia ha de ser garantista. Por supuesto que sí. Cosa muy distinta es que un malinterpretado garantismo se circunscriba a los privilegios del
establishment. Veamos. El ya condenado Jaume Matas no va a ingresar en prisión, mientras el Gobierno dilucida sobre su
indulto. Dicho de otra forma: el Gobierno escurre el bulto durante un tiempo para disimular la medida de gracia, y Matas, entretanto, está ya tronchándose con la gracieta. Espectacular.
CODA 3: No es ya sólo que el Gobierno otorgue discrecionalmente indultos. Con el indulto preventivo se ha dado un paso más: queda en manos del Gobierno que la sentencia judicial... ni siquiera comience a aplicarse. Fantástico. La presunción de indulto es un vanguardista avance (otro más) en la pisoteada separación de poderes.
CODA 3: No es ya sólo que el Gobierno otorgue discrecionalmente indultos. Con el indulto preventivo se ha dado un paso más: queda en manos del Gobierno que la sentencia judicial... ni siquiera comience a aplicarse. Fantástico. La presunción de indulto es un vanguardista avance (otro más) en la pisoteada separación de poderes.
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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca, 15-1-2014.