miércoles, 14 de diciembre de 2016
Diez lugares de Salamanca
Me invitan a seleccionar diez lugares de Salamanca (correspondientes a ciudad y provincia), y a indicar la razón de haberlos elegido. He tratado de no quedarme únicamente con ubicaciones `turísticas´. Éste ha sido el resultado, publicado en el semanario El Día de Salamanca, el pasado 11 de diciembre.
viernes, 25 de noviembre de 2016
jueves, 8 de septiembre de 2016
martes, 2 de agosto de 2016
viernes, 17 de junio de 2016
domingo, 5 de junio de 2016
domingo, 10 de abril de 2016
domingo, 13 de marzo de 2016
viernes, 26 de febrero de 2016
Patrañas sin deshielo
Veo a Urdangarín en el juicio. Y le escucho desconocerlo
todo. Nada nuevo respecto a la lavativa de manos que hemos visto en muchos
personajes de la esfera pública. Por eso, esto.
domingo, 7 de febrero de 2016
Fernando Savater: el coraje cívico de no esconderse
Fernando Savater es una
admirable simbiosis de brillantez intelectual y coraje cívico. Y todo ello
envuelto en ese tono cercano, comprensible, desenfadado y jovial que tanto le
caracteriza. Fernando Savater es sabiduría (sin
petulancias), grandeza (sin postureos) y ejemplaridad (de la que reconforta).
Explicaba
en uno de sus artículos un significativo pasaje de su infancia. En los circos
de aquella época, las jaulas de las fieras se disponían en las proximidades de
la carpa, de modo que en los horarios en que no había función, los animales resultaban
bastante accesibles para el público. Un día, aquel pequeño Savater se topó con
un tigre de bengala dormido, y no pudo
resistirse a acariciar su testuz (ganándose, claro, la bronca posterior de
su abuelo Antonio).
Aquello
debió resultar premonitorio, puesto que Savater, ya crecido, toda su vida ha seguido colocando la mano al
otro lado de los barrotes. Ya no
porque esas otras fieras estuvieran dormidas (sino porque sabía, precisamente, que
estaban más que despiertas), y desde luego ya no para acariciarlas (sino para plantarles
cara con decidida convicción).
Ésta ha sido una constante en su
trayectoria. Y de ahí que se buscase complicaciones en la dictadura
franquista (y eso le llevó a la cárcel, y eso supuso que le apartaran de la
Universidad); y de ahí que estuviera en el punto de mira de los
asesinos etarras durante años y años; y de ahí que los nacionalistas de todo signo le consideren una variante de Belcebú o un vasco
echado a perder; y etc, etc, etc.
Son múltiples
los charcos y jardines en los que Savater ha entrado. Y no entra de forma
caprichosa. Entra con la veracidad de los hechos y el argumento racional. Y entra para defender
derechos y libertades de la persona; para denunciar atropellos contra las instituciones democráticas; para salvaguardar el concepto de ciudadanía;
o para combatir zafias simplezas,
populistas monsergas, manipuladores engaños y fanáticas enajenaciones.
"No
hay página de Chesterton que no contenga un deslumbramiento", apuntó
Borges. Pues bien. Igual sucede con Savater: siempre hay deslumbramiento,
siempre hay hallazgo, siempre te suministra aprendizaje.
Aunque no compartieras lo que te está diciendo, con Savater siempre puedes aprender: aprendes por lo que dice, aprendes por cómo lo dice, y aprendes porque lo dicho te va a conducir a otro autor, a otro libro, a una determinada película, a una determinada música, a un determinado cómic... Savater es una invitación a seguir buscando.
Aunque no compartieras lo que te está diciendo, con Savater siempre puedes aprender: aprendes por lo que dice, aprendes por cómo lo dice, y aprendes porque lo dicho te va a conducir a otro autor, a otro libro, a una determinada película, a una determinada música, a un determinado cómic... Savater es una invitación a seguir buscando.
No me
detendré en relatar su excepcional y extenso currículum. Es uno de los
pensadores más influyentes del mundo (Savater nunca daría relevancia
a este tipo de datos, pero es de justicia recordar aquello que han atestiguado revistas como Prospect
o Foreign Policy).
Ese dictamen no es azaroso: cincuenta años de colaboración en medios prestigiosos;
libros que son referencia en el
análisis ético y político de la actualidad, en la divulgación filosófica, en el
campo educativo, en la crítica cultural, en la creación literaria…; multitud de
idiomas a los que han sido traducidas
muchas de sus obras; abundantes honoris causa con los que ha sido
galardonado en distintas universidades del planeta; o inacabables premios que ha ido obteniendo a lo largo de su
itinerario.
El
elenco de condecoraciones abarca su faceta
de articulista (premios periodísticos de tanto reconocimiento como el Ortega
Gasset, el Mariano de Cavia, el Francisco Cerecedo…); su faceta de ensayista (Premio Nacional de Ensayo, Premio Anagrama,
Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz…); su faceta de novelista (Premio Primavera de Novela, Premio Planeta,
Finalista del Planeta…); o, por no alargarnos, su faceta como activista de los derechos humanos y las
libertades públicas (Premio Sajarov que Savater recoge en
nombre de la plataforma Basta Ya).
No hará falta enumerar más. Esa enumeración, por exhaustiva que sea, nunca reflejaría cuanto de meritoria resulta su carrera en términos creativos, pedagógicos y democráticos. Y ninguna enumeración jamás alcanzaría a plasmar el inmenso magisterio de su actitud: una actitud comprometida, vital y alegre, a pesar de todas las penas y dificultades que toque lidiar.
Mientras algunos prefieren el silencio cómplice y acomodaticio, Savater siempre ha optado por no callar. Mientras algunos escurren el bulto, Savater siempre ha optado por mirar de frente. Mientras algunos se decantan por interesados y rentables disimulos, Savater siempre ha optado por no esconderse. Así son las personas libres.
Mientras algunos prefieren el silencio cómplice y acomodaticio, Savater siempre ha optado por no callar. Mientras algunos escurren el bulto, Savater siempre ha optado por mirar de frente. Mientras algunos se decantan por interesados y rentables disimulos, Savater siempre ha optado por no esconderse. Así son las personas libres.
@osanchezalonso
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(*) texto de lo que fue la presentación oral de Fernando Savater, previa a su intervención en la Facultad de Comunicación de la UPSA, 3-2-2016.
(**) fotografías: Enrique Carrascal.
martes, 12 de enero de 2016
PodETNOS y PUEBLO Iglesias
Tanta tabarra invocando el concepto
pueblo, y al final resulta que al partido de Iglesias le interesaba más el
etnos que el demos.
Quizá aseguren que no es así. Quizá se
empeñen en afirmar que les preocupa mucho-mucho-muchísimo el pueblo. Pero lo
cierto es que PODEMOS, de cara a las negociaciones para la próxima legislatura,
al menos hasta ahora ha puesto el referéndum de autodeterminación como
una de sus irreductibles líneas rojas.
No es de extrañar, porque quienes se
ponen muy trascendentes e intensitos zarandeando el término pueblo,
suelen tener a mano su particular pueblómetro. Prodigioso artefacto
para determinar quiénes son y no son de pura cepa; quiénes
están y no están entre el auténtico pueblo champions league.
En esa lógica encaja bien el manoseado
y engañoso “derecho a decidir” (derecho a decidir, por supuesto, que otros
no decidan). Según el pueblómetro ad hoc, a unos les corresponde ese
privilegio decisorio (porque se entiende que son pueblo de primera división),
mientras que otros no dispondrán de tal dispensa (porque se considera que son
pueblecillo de baja cuna y peor estofa).
Desde esas premisas no se concibe que el
pueblo pueda estar constituido por personas individuales y autónomas; capaces
de coincidir y discrepar en múltiples aspectos, pero cuya coincidencia o
discrepancia no aumenta ni merma su condición de ciudadanos libres e iguales.
Esto no se concibe, porque desde las reseñadas consignas se prefiere la
abstracta ficción de que el pueblo encarna una única y homogénea voz. De
modo que la conclusión es obvia: quienes difieran de esa voz y ese dictamen
será porque no son el genuino pueblo por antonomasia.
Y si quedaba alguna duda de esa
preocupación que PODEMOS muestra por el etnos, otra de sus líneas rojas así
vuelve a reafirmarlo. Ahí está la pretensión de configurar
cuatro grupos parlamentarios: el de PODEMOS como tal, y los de sus anexos territoriales
en Galicia, Valencia y Cataluña.
Esa exigencia deja de lado,
fragmentándolo, el demos; además de seguir afianzando la deriva nacionalista
en el Congreso. Una Cámara que no es de representación territorial, sino que
representa (debiera representar) al conjunto de la ciudadanía. La
representación de la ciudadanía española (en tanto que ciudadanos, no en tanto
que nativos o aborígenes) desde luego que no equivale a representar gentilicios
de forma fragmentada.
A su vez, los cuatro grupos parlamentarios
permitirían a la coalición multiplicar sus ingresos; como se multiplicarían las
intervenciones en plenos y comisiones; y como se multiplicaría el cupo para
formular iniciativas parlamentarias. Es decir, una ingeniosa ocurrencia
en aras del interés general, querrán contarnos.
Y si PODEMOS ha venido postureando
mucho con el vocablo pueblo, no menos con la noción de democracia. Sin
embargo, el compromiso democrático se demuestra andando (no mediante
sobreactuada palabrería), y hay bastantes asuntos donde PODEMOS no ha
comenzado… ni a gatear.
Ejemplo actual. Un reciente manifiesto a favor de
la democracia en Venezuela pretende evitar que Nicolás Maduro
sabotee el correcto funcionamiento de la nueva Asamblea. Y advertir de esa
situación (en un país donde existen presos políticos y donde los abusos
despóticos han estado y están a la orden del día) no es un infundado alarmismo,
sino una elocuente constatación de los hechos.
El manifiesto ha sido respaldado por un
amplio abanico de formaciones políticas. Por el contrario, PODEMOS ha vuelto a escurrir el bulto. Y digo que ha vuelto, porque esta actitud ya la ejerció en marzo de 2015 (votó en contra de
una resolución del Parlamento Europeo que solicitaba liberar a los presos
políticos); y en septiembre (se abstuvo en el
Senado ante el mismo tema); y en diciembre (sus eurodiputados se
ausentaron para no votar una resolución que condenaba la represión de los
opositores, y que demandaba diálogo para evitar escaladas de violencia).
Asimismo, cuando detuvieron al alcalde
de Caracas (Antonio Ledezma) o cuando se produjo la detención de Leopoldo
López, surgieron las tibias y melifluas declaraciones de Pablo Iglesias. Por no
hablar, en fin, de anteriores asesoramientos, vínculos y baboseos varios
hacia el tiránico régimen chavista.
A PODEMOS parece incomodarle que se vislumbre
proximidad entre el chavismo y algunos de sus próceres. Convendría entonces que
ofrezcan verificables razones para desmentir tal hipótesis. Si quieren romper
con los Maduro y compañía, seguro que “sí se puede”. Así que ánimo: querer es poder (a veces), aunque poder requiere querer (siempre).
De no erradicar esas complicidades con la autocracia, va a ser difícil que alguien pueda
creerse el compromiso democrático de las siglas (salvo los elegidos por el
pueblómetro, claro, que seguirían jaleando, con igual entusiasmo,
el doble rasero).
El semipalíndromo propicia significados
diferentes cuando una palabra es leída en un sentido o en sentido inverso
(azar/raza; animal/lámina…). Pues bien, cuando a un LÍDER como Pablo
Iglesias le miras del revés… aflora REDIL. Los semipalíndromos (o
bifrontes) así se las gastan.
twitter: @osanchezalonso
miércoles, 6 de enero de 2016
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