martes, 24 de diciembre de 2013

Cercanías, lejanías y `tusitalas´


Stevenson pasó sus últimos años de vida en Samoa. Los nativos del lugar acertaron a nombrarle: “Tusitala” (el que cuenta historias). Desde luego que eso es Stevenson: un inmenso contador de historias, cuya obra trascendió a su tiempo y a su natal Edimburgo.

Recientemente, Juan Plaza ha presentado su primer libro de relatos. “Hoy no puedo”, se titula. Hoy sí quiero… recomendarlo.

2013 ha sido un año de distancias. No de distanciamientos, pero sí de distancia física con algunas personas queridas. Aunque la distancia espacial sea la menos distante de las lejanías, la separación geográfica pesa. Por eso es necesario combatirla. Y a esa faceta también contribuye el reencuentro a través de ciertas creaciones.

Juan Plaza es un amigo. Iba a escribir que es un amigo leal, pero sería una innecesaria redundancia (sin lealtad no existe amistad, tan sólo paripé y postureo). De modo que bastará decir que Juan Plaza es un amigo. Un amigo de verdad. Un “compañero integrador” (como nos llamaríamos, recíprocamente, en el cómplice argot).

Los libros de mis amigos son mis libros amigos. Sin duda. Pero si escribo de ellos es por considerar que el libro en cuestión lo merece. Es enriquecedor encontrar obras valiosas. Es grato que algunas publicaciones propicien ese reseñado encuentro simbólico. Es reconfortante comprobar que pertenecen a amistades imprescindibles (aquí, otro ejemplo). 

Mi bienvenida a un Juan Plaza narrador. Mi sincero abrazo a un Juan Plaza tusitala.

CODA: Aunque no me pare hoy a hacer enumeraciones (quizá haya ocasión en otro momento), abrazo extensivo a mucha más gente. De manera especial a personas con quienes hoy me separa mayor kilometraje, a pesar de que sigamos manteniendo la misma cercanía afectiva, emocional e insustituible. Feliz Navidad a quienes SON. A quienes estando cerca o lejos... SIGUEN SIENDO

martes, 19 de noviembre de 2013

Las huellas del futuro


John Berger escribió: “Las huellas no son sólo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de un proyecto, de algo que va a revelarse”. Intentemos extrapolar a la política española.

Las huellas que ha dejado el bipartidismo reinante son innegables. Ahí está su gloriosa contribución a la hecatombe. Pero esas huellas no sólo muestran el rastro de lo que pasó, sino que anticipan los pasos de lo que volverá a pasar, si no se remedia.

Prueba de ello es cómo PP y PSOE de nuevo se han repartido (con `diurnidad´ y alevosía) el Consejo General del Poder Judicial. Entran como paquidermos en cacharrería. Y en este último pisoteo de la división de poderes, nacionalistas e IU se han prestado al reparto con alborozo. Es algo que debiera avergonzarles, pero nadie se inquiete: la conciencia del duunvirato y su comitiva ya ha hecho callo [“Tratan a España como si fuera su cortijo”, había apuntado sobre este tema Rosa Díez].

PP y PSOE han acabado encontrándole morbo a saltarse principios básicos del funcionamiento democrático. La traición al Estado de Derecho forma ya parte de la idiosincrasia del duopolio. Vulnerar la división de poderes es un ejemplo, pero el listado va siendo inagotable: desde vejar con contumacia el principio de `una persona, un voto´; hasta mancillar de manera mezquina el más mínimo principio de transparencia [“El Gobierno despacha en siete líneas 20 preguntas sobre Bárcenas”: para más inri, 20 preguntas que Rajoy ya había dejado sin respuesta cuando compareció a regañadientes en el Congreso].

No van a faltar cómplices para que el tifón prosiga su destrozo. Este tifón de avasallamiento democrático no es una catástrofe natural e imprevista. Este tifón ha contado con sus putrefactos protocolos de actuación. Y esos protocolos hacia la ruina (ruina no sólo económica) disponen de ejecutores, pero también de comparsas y colaboracionistas.

Recientemente, Irene Lozano daba cuenta de esa “oligarquía política, económica y mediática” que se frota las manos ante una cacareada recuperación. Mientras no olvidemos que la recesión es distinta de la crisis y de la creación de empleo, resultaría comprensible alegrarse. Sin embargo, lo lamentable es que en esa sobredimensionada recuperación vuelva a encontrar asidero el inmovilismo. Lo penoso es que el establishment busque así perpetuar su poder, su casta y su privilegio. Lo infecto es que la propagandística recuperación sea, como advertía Lozano, “el cerrojo a todas las ansias de democracia. 

La oligarquía de varias cabezas (oligarquía política, económica y mediática) va a seguir poniendo buen empeño en blindar sus particulares intereses. Por mucho que esos privativos intereses entren en contradicción con el interés general y la higiene democrática, lo primero es lo primero (dirán) y lo segundo va después.

Los intereses creados y creídos tienen ya todo dispuesto. Todo dispuesto para empecinarse en que volvamos a creerles. Si no lo remediamos, volverán por sus fueros cual golondrinas becquerianas: Volverán los oscuros trapicheos / en tu balcón sus nidos a colgar”; “Volverán las tupidas corrupciones / de tu jardín las tapias a escalar”; y así, en ese plan, suma y sigue.


El oligárquico chiringuito ha dejado sus huellas. Esas pisadas no son sólo vestigio de un naufragio pasado. Esas pisadas son la estela por la que desean proseguir quienes encuentran, en ello, su (sin)razón de ser
 


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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (20-11-2013).

jueves, 31 de octubre de 2013

Maduro, IU y las transformaciones

 
 
 
Ciertamente, Izquierda Unida y Cayo Lara no se equivocaban. Nicolás Maduro está siguiendo "la agenda de transformaciones" que con tanta `racionalidad´ abanderaba Hugo Chávez.
 
El último alarde del presidente venezolano (teniendo `avistamientos´ del idolatrado fallecido) lo dice todo; pero no está de más subrayar las casposas complicidades que vienen encontrando ciertos personajes
 
Las alucinaciones políticas siempre encierran su intencionalidad, y su engaño, y su populismo, y su farsa. Las alucinaciones políticas siempre encubren una grimosa y vomitiva perversión.

Nicolás Maduro no sólo mostró "el rostro" de Chávez. Mostró (volvió a mostrar) el suyo. Y los palmeros de su Régimen, por supuesto, hace tiempo que vienen también mostrándolo.
 
 

domingo, 27 de octubre de 2013

Sheila Blanco: sabios quizás... y una incuestionable certeza


Cuenta la leyenda que el rey de algún lejano país pidió al más sabio del lugar que sintetizase su saber en un libro. Luego en un capítulo. Luego en una frase. Finalmente, su solicitud la orientó hacia una única palabra. Su interlocutor tuvo que atender a la demanda: la palabra elegida fue "quizá".

El arte es una puerta al quizá. Se ocupa de lo que son las cosas… pero también de lo que pueden llegar a ser. Mostrarnos ese salto (esa posibilidad, ese `puedeser´) es un inconmensurable servicio que el arte acierta a regalarnos.

Por todo ello (y por mucho más) resulta tan reconfortante toparse con el arte musical de Sheila Blanco. En su disco Sheila down hay varios temas que nos sitúan ante el quizá. Y visualizar el quizá es instar a la batalla: a la legítima y pacífica batalla de no rendirse, de no capitular, de no tirar la toalla.

El quizá es, sin duda, una invitación a intentarlo: “Di que lo vas a intentar”, plantea Sheila Blanco en el tema Di que no; “Don´t let it bring you down”, nos recuerda en su versión de Neil Young; “Qué triste es empezar a rendirse”, formula en Arte; “tengo que seguir buscando”, “corre, no vayas a perder tu tren”, nos brinda en su canción Caminando.

Todos esos quizá (valiosos, higiénicos, necesarios) se complementan con una incuestionable certeza: siempre es UN PRIVILEGIO (con todas las mayúsculas) escuchar a Sheila Blanco. Escuchar su voz, escuchar sus composiciones, escuchar su piano. 

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Coda: Ya que arrancábamos con una leyenda, merecerá la pena recordar a aquella espectadora que se acercó al pianista tras el concierto: “Me ha encantado. Daría media vida por tocar así”. “Señora (respondió el concertista), eso es precisamente lo que he hecho yo”.

No podría ser de otro modo. El trabajo bien hecho (en todo ejercicio profesional, en toda disciplina artística) conlleva esa entusiasta dedicación. Esa entrega cargada de pasión, coraje y persistencia. Nada de eso garantizará la brillantez de lo realizado, pero sin eso… será imposible brillantez alguna.

Sheila Blanco ofreció el jueves un concierto en Salamanca. Quienes allí estuvimos podríamos haberle repetido algo parecido a lo de aquella señora del recital; y ella podría habernos contestado lo que su colega pianista.
 
De hecho, en el disco Palabras pautadas (aquel CD que aglutinó a cantautores salmantinos allá por 2004), escribió Sheila Blanco: “Llevo mucho tiempo intentando descifrar qué se esconde dentro de un piano”. Ahí está. De nuevo el intento y su batalla, la búsqueda y su constancia, la entrega y su entusiasmo, el arte y su profesionalidad. 
 
De nuevo el quizá… abriendo la ventana al `esposible´

  

viernes, 18 de octubre de 2013

PP y PSOE no han entendido que el nacionalismo, por definición, es insaciable


La revista teinteresa.es me pide algunas apreciaciones sobre el testimonio que Aznar ha brindado esta semana.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Con PEROS en la lengua


Tan curioso como triste. En España hay partidos que dicen defender la igualdad, y a la vez son fogosos entusiastas de la desigualdad fiscal. Agarra esa mosca por el rabo.

La semana pasada volvimos a encontrarnos una escena que se repite cada cierto tiempo: fuerzas políticas de lo más dispar (al menos en apariencia) votan en contra de una propuesta de UPyD. ¿Se debe tal circunstancia a que UPyD había planteado un infumable disparate, y de ahí que se produjese tanta unidad en el resto del arco parlamentario? 

Bueno, juzgue cada cual. Si a alguien le parece un despropósito acabar con la desigualdad fiscal, entenderé entonces que esté a favor de la decisión adoptada por PP, PSOE, IU, CiU, PNV, Amaiur…

Entra dentro de la lógica (de `su´ lógica) que partidos nacionalistas defiendan la desigualdad. No podría esperarse otra cosa. Ahora bien: tiene narices que esa desigualdad venga también abanderada por partidos como PP, PSOE e IU. No me sorprende, pero me resulta deplorable.

Que los PPSOeIU estén en esas derivas corrobora una certeza: hace tiempo que renunciaron a defender el interés general del conjunto de la ciudadanía (prefieren imitar las muecas y los `postureos´ del nacionalismo); y corrobora, además, otra: al enarbolar la igualdad… tan sólo lo hacen de boquilla.

Algo es un privilegio cuando siendo disfrutado por algunos, no puede hacerse extensible a todos. Así ocurre con los conciertos vasco y navarro, tal y como ahora están formulados. De hecho existe desigualdad fiscal, porque los ingresos fiscales y la contribución a la solidaridad interterritorial es muy distinta entre unas Comunidades Autónomas y otras.

Esta anomalía podemos mantenerla de por vida… o podemos proponernos corregirla. La primera opción evidencia un empeño auténticamente conservador (y en este caso, lo que se pretende `conservar´ es un privilegio). Como puede constatarse, ese anacrónico conservadurismo alcanza a la llamada “derecha” y a la llamada “izquierda” (otra prueba de cómo esos simplones etiquetados no sirven más que para el equívoco y la engañifa maniquea).

La segunda de las opciones (corregir lo que merece la pena ser corregido en aras de la equidad, la justicia y la transparencia) es lo esperable, cuando aspiramos a que la política sirva para ayudar al progreso y a la regeneración democrática.

Quien desee comprobar cómo fueron las votaciones, que eche un vistazo al vídeo que se adjunta. Ante la moción de UPyD para acabar con la desigualdad fiscal (defendida por el diputado Carlos Martínez Gorriarán), las otras siglas (todas juntitas) votaron en contra. Resultado de la votación: 5 votos a favor; 0 abstenciones; y 302 votos en contra. Ole, ole y ole.

Cuando a algunas personas se les pregunta si son racistas, o si son homófobas, o si son machistas… responden de inmediato que no, y acompañan su negativa con un `pero´. En muchas ocasiones, uy, échate a temblar cuando aparece la conjunción adversativa. Algo parecido ocurre en el caso parlamentario al que nos referíamos. Hay partidos a los que se les llena la boca con la palabra igualdad, y no tienen inconveniente en aferrarse a algún `pero´, para defender con fervor la desigualdad fiscal. 


Así andan los `PEROristas´: con PEROS en la lengua.



(*) artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (25-9-2013) 

jueves, 29 de agosto de 2013

Una palabra vale más que mil tópicos


Parecía, pero no era. Agosto nos ha brindado la foto de dos atletas rusas cuyo beso en el podio fue interpretado como un acto de reivindicación y denuncia. Luego resultó que no.

La errónea lectura de la foto desmonta, por sí sola, ese manido dicho de que "una imagen vale más que mil palabras". El falaz tópico es un absurdo soniquete. Hay imágenes muy valiosas, por supuesto. Y hay palabras que también. Presuponer que, por definición, toda imagen va a valer más que las palabras, resulta tan prejuicioso como presuponer la operación inversa.

El cliché, en su simpleza, olvida que las palabras también son creadoras de imágenes: de imágenes mentales. Ponemos rostro a los personajes de una novela que estamos leyendo con intensidad; o, por ejemplo, cuando estamos escuchando un pasaje radiofónico bien cuidado, dibujamos la escena en nuestra cabeza a partir de palabras (y efectos, y silencios, y músicas) que hayan sido empleadas con destreza.

Un último caso, por no alargarnos en exceso: "Abre tus ojos verdes, Marta, que quiero oír el mar". Por mucho casting ocular que se realice, no habrá ojos que estén a la altura de los que fotografía José Hierro. Además de la sinestesia, lo inconmensurable de sus palabras escapa al gran angular, y no cabe en ningún objetivo.

Ese verso posibilita que cada receptor diseñe e imagine los ojos que han sido trazadosLa imagen que llegue de fuera resultará, en comparación, decepcionante. Cuando no son los que estamos soñando (o cuando no son aquellos que alguien nos ha hecho soñar a través de su palabra), por hermosos que sean unos ojos... no se escucha el mar al contemplarlos.

¿Quiere todo ello decir que la palabra obligatoriamente va a valer más que mil imágenes? Pues no, ya se dijo: ni una primacía ni la otra. Dependerá de qué imágenes; dependerá de qué palabras. Si alguien pretende jerarquizar entre unas y otras, dígame cuáles, y ya intentaremos decirle cuándo.

La imagen de las atletas rusas requería pie de foto (al menos si apostamos por una información superadora de las ensoñaciones). Los ojos verdes de Marta no se agotan en una instantánea, puesto que cada destinatario hará uso de su particular e imaginaria polaroid. No podría ser de otro modo... cuando el fotógrafo se llama José Hierro.

miércoles, 24 de julio de 2013

Con la que está CALLANDO


“(…) y el silencio no sabe,/ amedrentado,/ imponerle su voz a tanto estruendo”. Parecería que Gilabert Ramos escribió este verso, hace años, para describir los mutismos gubernamentales que nos envuelven.

Rajoy es así. Utiliza la callada como cayado. Y se sirve del callar… para ir cayendo. Lástima que en esa caída, no es sólo que caiga él (tanta paz llevare como descanso podría dejar), sino que hace caer el prestigio de las instituciones; y hace caer los intereses del conjunto de la ciudadanía; y hace caer la solvencia de este lastrado sistema democrático.

Con la que está cayendo, en la calle, calla. Y con la que está callando, cuanto cae… cae más fuerte. Pero a Rajoy no le preocupa. Eso no va con él. Él, total, tan sólo es presidente del Gobierno; y él, total, tan sólo está al frente de un partido cuyas cuentas las ha manejado durante 28 años un tipo que puede tener unos 50 millones de euros en Suiza. Bagatelas.

Quien ose pedir explicaciones por estas minucias (o por el hecho de que al famoso tesorero le haya estado pagando el PP hasta enero de este mismo año; o por el hecho de que el PP negara que seguía trabajando allí, a pesar de que se pudo comprobar que Bárcenas mantenía secretaria, despacho y coche; o por el hecho de Rajoy le escribiera cariñosos mensajes telefónicos cuando ya se sabía que el tal Luis tenía dinerales absolutamente incompatibles con su profesión legal [mensajes como “yo estaré ahí siempre”, “sé fuerte”, “nada es fácil, pero hacemos lo que podemos”, etc]), quien ose pedir explicaciones por estas insignificancias –decía- pasará a ser un irreverente desestabilizador con ganas de causar mal. Ésa es la sesuda lectura que se ha venido propagando desde los círculos peperos. 

Las obras completas de Rajoy (publicadas en plasma y SMS) ya nos lo advirtieron: la tranquilidad “es lo único que no se puede perder”. Así que ahí está el estadista: manufacturando cuajo, confeccionando cemento armao… y exportando pachorra al por mayor. Da gloria verlo.  

Y si grimosa está siendo la actitud de don Mariano, qué decir de sus palmeros. ¡¡Fantásticos!! Dentro de esa pléyade de palmeritos, fanes, hooligans y claques, se ha defendido que era sumamente nocivo que Rajoy acudiese al Congreso a dar explicaciones sobre la barcenagada. Puesto que al final va a acudir (decisión revestida de voluntariedad), los defensores de la milonga tendrían que estar enfadadísimos con el presidente, temiendo el ingente daño que va a causar su comparecencia.

Tal enfado sería lo lógico. Pero el afán partidista les hace perder la lógica, probablemente porque el sectarismo, antes, les hizo perder la vergüenza. De modo que los supuestos enfados se ausentan por su brillo. Los entusiastas del paripé elogian a rabiar la talla política del preboste popular: ayer porque no iba; y hoy... porque anuncia que va a ir.

Estas son las mimbres que caracterizan buena parte de la cultura democrática-mediática que nos rodea. Cambian las cabeceras, cambian los líderes de opinión… pero el baboseo que desempeñan es el mismo que (con Gobiernos de otro signo) ejercieron otros medios, ejercieron otros contertulios, y ejercieron otros columnistas.  


A pesar de toda esa sarta de voceros, esta vez, el silencio “amedrentado” de Rajoy no ha podido “imponerle su voz a tanto estruendo”. Rajoy tendrá que hablar: ha buscado un formato que le facilita escurrir el bulto, y ha buscado unas fechas que le posibilitan mayor disimulo. Pero tendrá que hablar. Mal que le pese, y aunque PP y PSOE llevan muchos años erosionándolo, estamos en un sistema parlamentario.

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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (24-7-2013).


lunes, 3 de junio de 2013

a Nuria (y a la docena de años compartidos)





"Había una vez (tal vez sólo una vez)/ una mujer y un hombre que se amaban". Así lo dijo Robert Desnos. Puede (tal vez) que estuviera en lo cierto. Puede (tal vez) que acertara a equivocarse.

Este representante del surrealismo francés, este activista de la Resistencia frente a los nazis, fue deportado a Auschwitz y a otros campos de concentración. Acabó muriendo en el de Terezín.

Robert Desnos lo escribió con hermosas palabras. Tan hermosas (seguro), como erradas (tal vez).

Quizá hubo una vez ("tal vez sólo una vez"), pero quizá fueron incontables casos. Quizá fue de forma fugaz (tal vez sólo fugacidad), pero quizá muchos se quisieron en un siempre. Quizá todo aquello fue pretérito, pero seguro que es presente todo esto.
Hoy, 3 de junio, hay aniversarios en forma de doce. Hoy, 3 de junio, hay una mujer y un hombre que se aman.

domingo, 26 de mayo de 2013

Ménage à trois de PPSOeIU


Amor se escribe sin hache (dijo Jardiel Poncela), e inmovilismo se escribe con PPSOeIU (dice y constata la evidencia). Para más inri, no es extraño que a ese inmovilismo vengan a sumarse, en comandita, patronales y sindicatos. Que nada falte.

El rancio inmovilismo ha vuelto a dejar sus huellas a raíz del contrato único. Como es sabido, la Comisión Europea ha sugerido a España la conveniencia de plantearse el contrato único. Es el tipo de contrato por el que apuesta UPyD: lo llevaba en su programa electoral de 2011, lo ha defendido frente a las reformas laborales de 2010 y 2012… y lo sigue defendiendo

Toda propuesta encuentra sus opositores. Lo irresponsable es oponerse a algo sin haber tenido la voluntad de estudiarlo; u oponerse… pretendiendo engañar sobre lo que en verdad ha sido propuesto. Todo ello (acompañado de estupideces, insultos y descalificaciones) es lo que se ha venido dando frente al contrato único.

Como comentaba, si bienvenida ha de ser la discrepancia, desazonador resulta el inmovilismo. La discrepancia argumentada y racional es enriquecedora; el inmovilismo ignaro y faltón, sumamente retrógrado.

Los exitazos de nuestro mercado laboral son evidentes. Las 41 modalidades de contratación que existen en España, la enorme brecha entre indefinidos y temporales, o los 6´2 millones de parados… son notas que hablan por sí solas de ese escenario dual, precario y fracasado. [Escenario que daña de manera muy especial a los jóvenes. Esos jóvenes que tanto preocupan, de boquilla, a los inmovilistas]. 

Ante los logros del mercado laboral vigente, la respuesta que comparten PP, PSOE, IU, patronales y sindicatos es (voilá) SIGAMOS CON EL MÁS DE LO MISMO. Unos andan con el dime, otros con el direte; pero que nada cambie… para que lo nuestro siga igual. Lampedusa revisitado: así es el gatopardismo ibérico.

Y ahora que está de actualidad Miguel Blesa, merecerá la pena recordar otro chusco y compartido afán inmovilista. La componenda en defensa del statu quo es palpable en el sonrojante espectáculo de las Cajas de Ahorro. Aunque de nuevo aquí las mezquindades son variopintas (cierto empresariado y cierto sindicalismo no escapan a ellas), resulta ilustrativo recordar cómo PP, PSOE e IU se repartían los consejeros en Caja Madrid

Es obvio. IU aprendió pronto las formas de sus hermanos mayores. Por supuesto que su responsabilidad en el destrozo democrático es menor que la de PP y PSOE (IU no ha dispuesto de las amplísimas mayorías parlamentarias de los otros). Sin embargo, allí donde IU ha tenido oportunidad de imitar los usos bipartidistas, ha demostrado ser un muy aplicado alumno (por no hablar de aquellas circunstancias donde estando en el Gobierno, como en Andalucía, incluso se les ha llegado a olvidar su deseo de reformar la ley electoral).

Mucho postureo anticapitalista, mucha cantinela revolucionaria, mucha loa cheguevarista; pero IU no dudó en asumir los patrones de PP y PSOE. Por eso resulta tan enternecedor verles presentarse como alternativa a los mayoritarios. “Si ellos lo hacen”, debieron pensar en IU, “¿por qué no nosotros?” Ese grimoso razonamiento (tantas veces repetido en la vida política española) ha contribuido sobremanera a emponzoñar la democracia que nos envuelve. 
  
Así que estas velas nos alumbran. A la vanguardia (a la vanguardia de la involución), a PPSOEeIU no les tembló el pulso… y menos aún les temblaron los escrúpulos (pocos debían habitarles). Intrépidos aventureros en busca del tesoro, PP, PSOE e IU acabaron con Caja Madrid, sin que lo ocurrido en esa entidad fuera excepción a lo que ha venido siendo regla

Visto el reseñado ménage à trois (tan rebosante de inmovilismo, tan nutrido de establishment), dan muchas ganas de votar. De votar… y de botarles.

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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (22-5-2013).

miércoles, 1 de mayo de 2013

Los nombres que sí son



Combatir el terrorismo requiere precisión. Y no sólo me refiero al preciso funcionamiento del Estado de Derecho: aludo también al preciso uso del lenguaje. El libro del que hoy me ocupo cumple esa característica, y por eso merece aplauso y reconocimiento. ¿Su título? Terrorismo y antiterrorismo en el mundo contemporáneo (editorial Debate). ¿Su autor? Pedro Rivas Nieto

Pilar Ruiz Albisu es una admirable mujer. Su lucidez y coraje han brindado grandes enseñanzas cívicas a todo aquel que haya querido aprenderlas. La madre de los Pagaza (quien tuvo que sufrir el asesinato de su hijo Joseba a manos de ETA) se lo dijo a Patxi López con nitidez: "Harás y dirás más cosas que me helarán la sangre, llamando a los cosas por los nombres que no son".

Esa frase sintetiza uno de los más esenciales propósitos que puede desempeñar quien haya decidido defender los derechos y libertades de la ciudadanía… frente a la amenaza, la extorsión, el acoso y el asesinato. De la frase, como se observa, emana un ejemplar compromiso democrático: llamar a las cosas por su nombre; nombrar la realidad como es justo hacerlo. Y eso es lo que encontramos en la obra de Rivas.

Si la cuestión semántica adquiere su relevancia ante cualquier campo, más aún en el caso del terrorismo. De hecho, la faceta propagandística del terrorismo configura un requisito auténticamente definitorio. Por eso es tan sustancial detectar las trampas que cierto lenguaje encierra. Hay un lenguaje mendaz que será manejado de forma intencional por los terroristas y sus cómplices; y que muchas veces será también empleado (aunque sea de forma inconsciente) en escenarios que pasan por ser ajenos al terrorismo. 

A la hora de informar sobre el terrorismo, el libro se ocupa de varias pautas que ayudarían al ejercicio profesional del periodismo. Por ejemplo, recomendación válida no sólo para periodistas, sino también para otros múltiples actores de la vida pública: a los terroristas hay que tratarlos “como lo que son, y no como lo que aspiran a ser” (pág. 142). Los terroristas no son resistentes, ni insurgentes, ni gudaris, ni libertadores… ni patriotas amantes de su pueblo, su cultura o su tierra.

El eufemismo, uno de los grandes arsénicos para la práctica informativa, adquiere en estos terrenos su vertiente más corrupta. Si el periodismo que se presta a enmascarar la realidad desnaturaliza su razón de ser, cuando ese enmascaramiento se cierne sobre el sanguinario terrorismo, el disfraz y la pamplina se vuelven directamente ignominiosos.

A su vez, “el terrorismo es lo que son sus actos, y no sus discursos” (págs. 144-145). Ni caben torticeras “posturas melifluas”; ni cabe la putrefacta “equidistancia” entre víctimas y verdugos; ni cabe esa abyecto “neutralismo” donde el despistado cree (y el sinvergüenza simula) estar ejerciendo la imparcialidad.     

Son muchos los usos inapropiados del vocablo terrorismo. Que existan conductas y violencias que merecen todo repudio, no implica que deban ser contempladas como tipologías de lo que no son (de ahí el desacierto de expresiones como “terrorismo financiero”, “terrorismo vial”, “terrorismo medioambiental”…). Ni siquiera la RAE clarifica con rigor el concepto: “dominación por el terror” (primera acepción) y “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror” (segunda acepción) son dos vagos acercamientos, que desde luego no posibilitan puntualizar el fenómeno con solidez, tal y como advierte el autor (pág. 32).

Y si fundamental resulta desenmarañar equívocos léxicos y conceptuales, decisivo también se vuelve el buen engranaje de los frentes “político”, “policial” y “judicial”. El documentado análisis de esos pilares configura otra sobresaliente virtud de la aludida publicación.

El libro, en su colofón, se detiene en esos comportamientos tan supuestamente cándidos... como inmorales. Los ingenuos biempensantes acaban siendo (aunque no lo pretendan) palmeros de la estrategia terrorista. La búsqueda de la paz (otro término inadecuado cuando estamos hablando de terrorismo) les hará incurrir en numerosas perversiones: el olvido de las víctimas (ese segundo asesinato de naturaleza social); la ausencia de victimarios (todos pasan a ser igual de culpables e igual de inocentes); el establecimiento de una verdad oficial que permita edificar el futuro (haciendo tabla rasa y falseada del pasado); la negativa a que existan vencedores y vencidos (es decir, la negación de la Justicia y de los principios más cardinales del Estado de Derecho); o el afán por negociar con los terroristas (ese “error fatal” al que el autor también dedica un brillante epígrafe).

Estamos, en definitiva, ante un muy reseñable trabajo. Un trabajo donde el terrorismo (acérrimo enemigo de la democracia) se contempla como corresponde: sin mitificaciones ni nocivos ambages. Estamos ante un autor que apuesta por ofrecer… los nombres que SÍ son

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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (1-5-2013).

sábado, 20 de abril de 2013

Ese algo que (in)explica la calidad


Hay obras (en cualquier disciplina artística, en muchos ejercicios profesionales) que cuentan con un nítido valor añadido. Tan nítido y manifiesto… como inexplicable. He ahí el misterio.

No se trata de comparar una creación reseñable con una chapuza: eso no entrañaría mayor dificultad. Hablamos de la distinción entre obras meritorias. Entre obras que, siendo excepcionales todas ellas, resulta que hay una con un punto más de excepcionalidad.  

No es sencillo dar con las razones que justificarían esa opción (quizá porque a veces no estemos, ni siquiera, ante `razones´). Y desde luego que siempre se colará un punto de subjetividad a la hora de establecer tal jerarquía.  Pero en todo caso, nunca está de más plantearse algún interrogante a este respecto.

En torno a la indefinible virtud que hace situar una obra plausible por encima de otra que también lo es; en torno a ese extraño ingrediente, esa inaprensible ventaja, esa enigmática cosita… reflexionaba Juan Carlos Ortega, ilustrando su sección con ejemplos musicales (el fragmento corresponde al programa “La Radio de Julia”, Onda Cero, 27-5-1999).

El pasado viernes, el programa de Julia Otero reparaba sobre ese noséqué que proyecta y sintetiza la belleza. El gabinete abordaba la imagen personal, la percepción que tenemos de nosotros mismos… y la percepción que los demás tienen sobre nosotros. Este gabinete de “Julia en la Onda” (Onda Cero, 18-4-2013) me lleva a rememorar la reseñada colaboración de casi catorce años antes. Sirva como modesto homenaje ese paralelismo entre el noséqué y la cosita

Homenaje a la brillantez de sus protagonistas. Y homenaje a la radio que propicia inquietudes e invita a la pesquisa. Esa radio que resiste frente a tentaciones y amenazas. Esa radio que aún apuesta por macerar reflexión y entretenimiento, información y compromiso, debate y pluralismo.

No es casualidad que los dos programas citados cuenten con la dirección y presentación de Julia Otero. Hay un algo que también permite (in)explicar la calidad.
 

martes, 2 de abril de 2013

Escrache, desahucios y segunda oportunidad


Junto a la lógica y legítima indignación de muchos ciudadanos, existen también conductas  manifiestamente repudiables. Pisotear básicos principios éticos (aunque tal pisoteo aparente ser en aras de una buena causa, y aunque pretenda justificarse en otros pisoteos previos) tan sólo alimenta el deterioro democrático. Esa dinámica instaura la ignominia, sin que ayude a resolver, en modo alguno, los males que han propiciado la aludida indignación.

Los desahucios han concitado buena parte de esa repulsa y ese hartazgo que están presentes en la sociedad. Es de justicia buscar solución a un problema tan grave y doloroso. Es de justicia evitar esa muerte civil y económica a la que se ven abocadas personas y familias con deudas impagables sobrevenidas (deudas que eran afrontadas con normalidad en el momento de contraerlas, y que la crisis y el desempleo las volvió inasumibles).

Además, y por supuesto, de justicia es depurar las responsabilidades de quienes fueron causantes, beneficiarios o cómplices de la gravosa situación que hoy muestra su amarga cara:  partidos que gobernaban y gobiernan, y prefirieron mirar para otro lado; partidos cuya interesada negligencia les hizo poblar de `amiguitos´ las Cajas de Ahorro, con el consiguiente saqueo y desfalco de las mismas; organismos reguladores que estaban a uvas, o a setas… o a Rolex (más bien a Rolex), etc, etc, etc.

Pero para que ese camino sea precisamente de justicia, toca emplear los cauces propios de un Estado de Derecho. Saltarse las reglas del juego no nos va a ayudar a jugar. Bien al contrario. Ese salto de las reglas del juego (ese salto en el vacío) tan sólo acarrearía que la arbitrariedad, el desmán y el abuso fueran quienes jugueteasen con los derechos y libertades que a todos nos corresponden.  

Por todo ello, mi oposición al denominado `escrache´ (cfr. artículo de Rosa Díez del pasado 25-3-2013). Depuremos todas las responsabilidades que quepa depurar en los tribunales, en el Parlamento,  en las urnas... Pero eludamos el `todo vale´ o el `casi todo sirve´, porque desde luego que no serán esos cauces los que ayuden a traer justicia.
 
Coda 1: Para quien desconoce (o simula desconocer), convendrá recordar que en torno a los desahucios y la necesaria `segunda oportunidad´ sí hay políticos que trabajan. Y cabe preguntarse: ¿trabajan ahora porque todo el mundo habla de ello, y existe presión social y mediática al respecto? Pues bien, respondamos: hay políticos que trabajan ahora y trabajaron también antes.
 
Coda 2: Para quien desconoce (o simula desconocer), convendrá ofrecer alguna pincelada de la labor de UPyD en estos frentes. Para no alargarme en exceso, y a modo de ejemplo:
 
(a) Ya la legislatura pasada, en septiembre de 2008, UPyD presentó en el Congreso una iniciativa parlamentaria para acabar con los intereses abusivos de demora. Todos los grupos votaron a favor, pero el Gobierno de Zapatero (como Catalina con el arroz) se desentendió de convertir la iniciativa en una ley que pudiera propiciar resultados. Obsérvese que esa legislatura de 2008 es la primera en que UPyD conseguía representación parlamentaria; y obsérvese que UPyD (con tan sólo un año de existencia y con el único escaño de Rosa Díez) afrontaba un tema sobre el que los partidos mayoritarios no es que hubiesen pasado de puntillas… directamente habían levitado.

(b) Durante la vigente legislatura, en diciembre de 2011, UPyD presentó una proposición de ley para afrontar, con racionalidad y justicia, todo lo relativo a las ejecuciones hipotecarias. El PP de Rajoy votó en contra; y sólo con el paso del tiempo, cuando el clima fue arreciando, es cuando el Gobierno dice estar a la tarea.

(c) Garantizar la `segunda oportunidad´ del deudor sobrevenido es sustancial. Un crédito de responsabilidad ilimitada (como la gran mayoría de los que ofrecían las entidades financieras) conlleva que esa deuda que se volvió impagable podría no dejar de crecer nunca: a pesar de que se hubiera perdido la vivienda, e incluso a pesar de que el deudor tenga embargada su nómina o sus ingresos.

(d) Los instrumentos jurídicos para afrontar esa `segunda oportunidad´ pueden ser varios. UPyD considera que la fórmula `fresh start´ o la reforma de la ley concursal pueden resultar los cauces más sencillos y eficaces. Pero por una u otra vía jurídica, es prioritario no abocar al destierro a esa ciudadanía cuya deuda, de forma sobrevenida, se hubiera vuelto impagable. Es imprescindible afrontar con rigor esa necesidad por razones de justicia hacia esas personas; y también para evitar un mayor hundimiento de la economía, y un mayor descrédito de las propias instituciones democráticas [a este respecto, puede consultarse el siguiente artículo del diputado de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán (18-2-2013); o esta intervención parlamentaria del mismo diputado (30-1-2013)].  

(e) El 26-3-2013, UPyD también presentó sus propuestas para mejorar la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) de dación en pago. La treintena de enmiendas pueden aquí consultarse.

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artículo también publicado en Tribuna de Salamanca, 27-3-2013.

sábado, 2 de marzo de 2013

Rajoy, como la cantante Jeanette



A Jeanette le pasaba lo que a Rajoy le sucede. Una era rebelde “porque el mundo me hizo así”; y el otro es incumplidor porque la realidad le obliga a ello. Pobrecillo. De ahí no le sacas al presidente. En el Debate sobre el Estado de la Nación se siguió agarrando al ardiente clavo de lo inevitable… justo como había venido haciendo los 14 meses precedentes.

El caso de Rajoy es más problemático que el de la cantante. Jeanette nos reconocía que “nadie me ha tratado con amor”, que “nadie me ha querido nunca oír”, y que “siempre sin razón me negaron todo aquello que pedí”. A Rajoy, sin embargo, en modo alguno le falta amor; y en modo alguno escasean quienes quieren escucharle con devoción y reverencia. El cariño periodístico que le brindan los Marhuenda de turno difícilmente puede ser mayor: “nunca desde La Razón me negaron todo aquello que pedí”, debiera decir la estrofa.

No obstante, a pesar de que Rajoy sí tenga quien le escriba (ya quisiera el coronel de García Márquez), la “deuda recibida” siempre está ahí para seguir echando cables. Y sin duda que el Gobierno de Zapatero fue calamidad de calamidades. Sin duda que fueron paupérrimas las cuentas dejadas por el anterior Ejecutivo, pero también sin duda cabe hacer algunos matices:

1. El PP, antes de llegar a Moncloa, gobernaba ya en muchísimas Comunidades Autónomas y en muchísimos Ayuntamientos. Hacerse el completo sorprendido justo al llegar al Gobierno resulta ridículo. Seguir haciendo pucheritos y ademanes de sorpresa en febrero de 2013… roza algo más que el bochorno.  

2. El PP conocía sobradas ineficiencias, sobradas duplicidades, sobrados gastos superfluos y sobradas ruinas de nuestro modelo de Estado. Era su obligación conocer esos despropósitos que existen en la actual Administración Pública. De hecho, es inconcebible que no los conociera, dado que es coautor y cómplice de los mismos. Y a su vez, que tales desmanes se hayan seguido sosteniendo a lo largo del tiempo, no es despiste o candidez. Esos desbarres cuentan con una auténtica finalidad: servir al interés clientelar del establishment.

3. Hay multitud de cuestiones donde optar por una política u otra no es cuestión de dinero. Dos apuntes como ejemplo: (a) el PP de Rajoy se había comprometido a trabajar por una Justicia independiente. Pronto se ha observado que prefiere darle continuidad a la hedionda costumbre de colar las respectivas cuotas partidistas en el Consejo General del Poder Judicial [PP y PSOE rechazan una iniciativa de UPyD para despolitizar la Justicia]; (b) a Bolinaga, el Gobierno le concedió el tercer grado, y desde luego que no son razones presupuestarias las que podían explicar que faltara a su palabra. Para más inri, al incumplimiento se le añadió otro cobarde, obsceno y rastrero engaño: simular que se había visto obligado a ello por la ley.

4. Si el PP hizo un programa de política ficción por inocente ignorancia, tan nociva ingenuidad no sólo sería irresponsable. Si el PP hizo política ficción con el propósito de que le resultase más fácil ganar las elecciones, tal mentira sería sencillamente repulsiva. Ambas posibilidades, como se observa, son a cuál peor.

5. Ese soniquete en el que anda Rajoy (“No he cumplido con mis promesas, pero tengo la sensación de haber cumplido con mi deber”) tan sólo evidencia que en el deber del presidente estaba el incumplimiento. Pura lógica.

Pues eso. Jeanette fue “rebelde” porque ése era su sino (al menos así lo cantó); y Rajoy es incumplidor porque así lo marca su hado (al menos así nos lo cuenta… quedándose más ancho que largo)
 

 
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artículo también publicado en Tribuna de Salamanca (27-2-2013).
 


jueves, 14 de febrero de 2013

"Neofalangistas", dice el caballero


Parlamento vasco. 14 de febrero. UPyD propone implantar listas abiertas, conseguir que el voto de las personas valga lo mismo, impedir la acumulación de cargos, combatir con rotundidad la corrupción… etc. Todos los otros grupos (PNV, EH Bildu, PSE y PP) votan en contra. 

Bien. Ok. De acuerdo. Resulta curiosa la negativa de partidos que ahora alardean de estar comprometidííííííííííííísimos con la regeneración democrática; pero bueno, en fin. Aceptemos tomadura de pelo como animal de compañía.

La cuestión es que la cosa no sólo queda ahí. El voto en contra llega precedido del insulto, la descalificación y la infamia. Iñaki Oyarzábal (PP) considera que las medidas argumentadas por Gorka Maneiro son demagógicas, ofensivas, antidemocráticas… Lo habitual, vamos: la típica cantinela que PP y PSOE suelen enarbolar ante las propuestas regeneradoras de UPyD. En esta ocasión, el señor Oyarzábal emprendió un paso más, y decidió acusar a UPyD de "neofalangismo".

Se dice despacio. Que los batasunos insulten a UPyD es comprensible (lo preocupante sería que no lo hicieran). Sin embargo, ver a ciertas siglas moverse en esos derroteros (incluso empleando el mismo tipo de latiguillos) me genera una profunda repugnancia. 

Creía haber escuchado muchos discursos ruines a un lado y otro del espectro ideológico. Dentro de las intervenciones vomitivas, la de Oyarzábal pasa a estar entre las top [en el vídeo que se adjunta, sus palabras se escuchan a partir del 3´47´´]. 

Así que éste es Oyarzábal. Éste es el actual PP del País Vasco. Por ahí pasaron, hace tiempo, personas como Regina Otaola o María San Gil. Las comparaciones no siempre son odiosas. Las comparaciones son, a veces, sumamente descriptivas.


miércoles, 30 de enero de 2013

Fusión de Ayuntamientos. Desaparición de Diputaciones


La propuesta de UPyD es PERJUDICIAL para el afán de chiringuito que algunos partidos tienen; y BENEFICIOSA para  el conjunto de la ciudadanía. Ante esa disyuntiva (`establishment´ o ciudadanos), está claro que ciertas castas tenderán a proteger los intereses que le otorgan su sinrazón de ser. Obvio. A nadie podría extraña que los Baltar (PP) sean grandes defensores de la Diputación de Pontevedra; o que Nemesio de Lara (PSOE) sea un acérrimo paladín de la Diputación de Ciudad Real.

El pasado viernes presentábamos en Salamanca la propuesta de Ordenación Territorial para la provincia. Una propuesta que UPyD lleva abanderando desde hace años para toda España. En el caso de Castilla y León, y de manera significativa en el de Salamanca, la propuesta resulta de especial pertinencia (la provincia de Salamanca cuenta con 363 municipios; más del 80 por ciento, con menos de 500 habitantes).

La fusión de municipios es algo que viene dándose en toda Europa desde mediados del siglo XX. En España esa fusión está por hacer (contamos con las administraciones locales más reducidas de toda la OCDE); y ese micromunicipalismo impide que puedan ser atendidas múltiples prestaciones a las que ha de tener acceso la ciudadanía.

En vez de dar respuesta al desafío desde la raíz, en España se ha optado por el costosísimo parcheo. Dado que hay Ayuntamientos que no pueden atender los servicios básicos de sus vecinos, han florecido instituciones intermedias (Diputaciones, Macomunidades y órganos varios) que se sitúan entre la Administración municipal y las Administraciones autonómica y nacional. ¿Resultado de todo ello? El sabido y constatable: multiplicación de duplicidades y despilfarro.
   
Quienes ponen el grito en el cielo ante la propuesta de UPyD (aparentando estar preocupados por el ámbito rural y la vida en los pequeños municipios), deberían reconocer que es el modelo actual el que mucho ha contribuido a la despoblación y el envejecimiento de tantas zonas.

Los vecinos de municipios pequeños tienen el mismo derecho a servicios básicos que los vecinos de municipios grandes. De ahí la propuesta de UPyD: logremos Ayuntamientos que verdaderamente cuenten con competencias y presupuesto como para atender esas demandas.

Esos reconfigurados Ayuntamientos harían innecesarias las Macomunidades y las Diputaciones (con todo lo que de ahorro ello conlleva); y se reducirían alcaldes y concejales sin mermar el pluralismo político (cosa bien distinta de esa reducción de concejales –lineal, caprichosa y contraria al pluralismo- sobre la que alguna vez Rajoy ha barruntado).

Tal y como UPyD siempre ha defendido, si derrochamos en lo superfluo, será imposible que los recursos alcancen para lo auténticamente necesario. Los `éxitos´ del actual engranaje administrativo son palpables.

Muchos optan por el `sostenella´ (del disparate), aunque para eso simulen estar en el interesado `enmendalla´ (de lo accesorio). Véanse a modo de ejemplo los ajetreos en los que anda embarcada la Junta de Castilla y León: hace nada estaba diseñando “distritos”, ahora está enzarzada en las “unidades rurales y urbanas”… y seguirá mareando la perdiz, pero sin atreverse a plantear ni la fusión de Ayuntamientos ni la desaparición de Diputaciones.

Consideramos que la propuesta de UPyD es beneficiosa para los ciudadanos. Beneficiosa por razones económicas (combatiría duplicidades; suprimiría las ineficientes Diputaciones; eliminaría asesores y personal de confianza de esos diputados provinciales…); y beneficiosa por razones estrictamente democráticas (ni Diputaciones ni Mancomunidades son elegidas directamente por los ciudadanos; el germen clientelar y la tentación del nepotismo es algo más que una evidencia en la dinámica actual de las Diputaciones; Ayuntamientos más grandes tendrían que propiciar mayor transparencia y supervisión, algo que frenaría la opaca gestión municipal que a día de hoy existe en tantos municipios… etc, etc, etc).

La propuesta de UPyD aspira a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. No es un anhelo gratuito. Hay argumentos más que sobrados para defender que esta propuesta es cabal y razonable (para no hacer este artículo más extenso de lo recomendable, sirva este enlace como complemento y vía hacia otros documentos adjuntos).

Es normal que a PP y a PSOE (y a otros ansiosos aspirantes al botín del `más de los mismo´) les incomode la propuesta de UPyD. A algunos les estomaga oír hablar de eficiencia económica y de saneamiento democrático. Allá cuentas.

UPyD no nació para complacer intereses partidistas. Nació para ayudar a la mejora de la democracia, y al interés general de la ciudadanía. En ello estamos. En ello (le pese a quien le pese) seguimos.

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artículo también publicado (30-1-2013) en el blog personal de Tribuna de Salamanca.

domingo, 20 de enero de 2013

Audrey


Hoy hace 20 años que falleció la grandísima Audrey Hepburn. Audrey estará siempre entre nosotros. Y de justicia es que así sea. 
 
Son muchas las escenas de sus películas que justifican, siempre, revisitarla. Y más allá de sus personajes, son muchos los valores que proyectó en su firme entrega humanitaria. También ese coraje cívico justificará, de por vida, su memoria. 
 
Imperecedera poesía. Elegante sencillez. Señero ejemplo. Todo ello, sí, se pronuncia Audrey Hepburn.  
 
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CODA 1: A modo de humilde homenaje (y por seleccionar un título que no es de los más habituales a la hora de rememorar su obra), propongo el final de Robin y Marian.  




CODA 2: Dentro de los "personajes para el recuerdo" (sección que publicaba hace años en un revista cinematográfica), traté de realizar este pequeño acercamiento al personaje de Sabrina [Pantalla 90, mayo de 2001, pág. 38].