viernes, 18 de abril de 2014

POSTUREOshment y aforamiento


El postureo es simulación, pose, paripé. El postureo es apariencia vacía de contenido, escaparate carente de trastienda. El postureo es doble rasero, y doble vara de medir, y doble oropel de artificio. El postureo es relumbrón que se afogona en el análisis. El postureo es simulacro que se contradice en cuanto asoman otras verificables constataciones.

La política contemporánea no anda escasa de postureo. En ninguna época ha faltado, pero desde luego que la política actual (tan ligada al foco mediático) no escatima las dosis postureras. Pongamos un reciente ejemplo, y juzgue cada cual.

El reciente 14 de abril, desde su perfil de Twitter, el diputado Ricardo Sixto difundía una foto. Perteneciente al grupo parlamentario de IU, Sixto aparecía en el Congreso, sonriente y ufano junto a la bandera tricolor. Todo era, por entendernos, como de fíjate qué transgresor y rebeldote soy; fíjate cuántos aires revolucionarios encierra cada pixel; fíjate cómo molo mogollón, y cuánta repanocha que desprendo



Ok. Estupendo. Pero veamos ahora a Ricardo Sixto, desde la misma tribuna de oradores, ejercitándose en otro lance. Corría junio de 2013, y UPyD había llevado al Congreso una iniciativa para acabar con el desaforado desmán de aforados.

En España hay 10.000. 10.000 aforados frente a los pocos (o ninguno) que existen en otras democracias. Ante la propuesta de UPyD para acabar con ese desbarre, el resto de fuerzas políticas responde al unísono. Ha pasado más de una vez: UPyD realiza una propuesta, y el conjunto del establishment hace piña (sin colar), colando sus descalificaciones y exabruptos.

Observen el vídeo que se adjunta. Observen a nacionalistas y a PP, PSOE e IU (representada por el reseñado Ricardo Sixto) caminar juntitos por la senda del privilegio. Todos a una proclaman las virtudes de esa figura ancestral que se llama aforamiento; todos a una aceptan el desmedido abuso que existe en España de tal figura; y todos a una (as usual) pretenden desprestigiar a quien hace la propuesta de combatir ese delirio. 



Coda 1: El pasado domingo, El País publicaba un reportaje sobre el tema: “Aforados, la excepción española”. Es una pena que El País no se haya enterado (o no haya querido enterarse) de la otra gran excepcionalidad que confluye en este tema: la existencia de una fuerza política que viene denunciando este desatino desde 2013.

Coda 2: Aparte de ignorar a UPyD (algo que también han hecho otros medios cuando han abordado el tema), El País adjuntaba un artículo cuyo autor plagiaba a Rodrigo Tena, tal y como el propio plagiado evidencia en este clarificador post publicado en ¿Hay Derecho?


Coda 3: Acierta Rodrigo Tena al vislumbrar el neologismo del “espablishment”. Es decir, espabiladetes del establishment, espabiladetes que alimentan a (y se retroalimentan de) un decadente statu quo. Todo ello no queda al margen de lo apuntado en el arranque de este texto. Al fin y al cabo, el postureo es perejil que aliña esas grimosas salsas.  


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artículo también publicado en el blog personal de Tribuna de Salamanca (16-4-2014).