El otro día escuchaba el testimonio de Salvador Espinosa:
aquel médico de las Urgencias de Madrid que había permanecido ingresado, por el
coronavirus, varias semanas. Espinosa subrayaba que en un equipo médico puede haber
integrantes con un ideario político muy distinto. Pero a todos ellos,
cuando están en su trabajo, les une un objetivo común: salvar al paciente.
Me parece que ése es un mensaje del que aprender. Para aprender
como ciudadanía, y para que aprenda, qué duda cabe, la denominada clase
política.
Desde el punto de vista institucional, esta pandemia no ha ofrecido
lecciones edificantes. Y por eso resulta razonablemente esperanzador que en
Castilla y León sí se hayan dado algunos pasos hacia el entendimiento entre
Gobierno y oposición: el pasado 13 de mayo se reunieron Mañueco (PP) y Tudanca (PSOE)
para fijar algunos ejes que han de articular ese acuerdo.
Las cifras de muertos, y las cifras de contagiados, y el
enorme desafío que tenemos por delante y que alcanza a todos los ámbitos (sanitario,
educativo, económico, laboral, asistencial, etc, etc), exigen algo que vaya más
allá de la política de trincheras.
Por eso reconforta que en las Cortes hayamos llegado a
escuchar que un político de Podemos, Pablo Fernández, elogia al vicepresidente
de la Junta, Francisco Igea (Cs). En los tiempos de polarización que vivimos,
en momentos donde el zafio hooliganismo partidista parece coparlo todo, estas
cosas sorprenden. Pero lo cierto es que son indispensables, y la higiene cívica
y democrática exige que al adversario político no le veas como enemigo; y que
la crítica argumentada, racional y constructiva no sea sustituida por el
insulto y la descalificación.
Y también parece razonable que en Castilla y León se haya
apostado por la cautela, y no por adentrarnos en una precipitada carrera entre
Comunidades Autónomas. En aquellas declaraciones de Igea ("Perderemos las elecciones con gusto si hay personas que conservan la vida", 7-5-2020) parece apreciarse su condición de médico, su faceta como profesional de la medicina que es.
Bienvenida sea la política ejercida con responsabilidad, y no el electoralismo de dar satisfacción a los núcleos más radicalizados de cada eje. Recordemos esas palabras de Salvador Espinosa que citaba anteriormente y, por si sirven de precedente, aprendamos algo de ellas.
***
El País ha tenido la amabilidad de contar con mi aportación para analizar la gestión del coronavirus en Castilla y León. Edición impresa (18-5-2020, pág. 15) y edición digital: https://elpais.com/sociedad/2020-05-17/castilla-y-leon-la-comunidad-donde-pactan-pp-y-psoe-y-podemos-alaba-a-ciudadanos.html