La columna arranca con José Hierro, y pasa por Eduardo Madina, y desemboca en esa chatarra lingüística que habita en múltiples proclamas políticas. En política, el lenguaje gratuito es el que más caro sale. Adjunto el artículo que hoy publico en La Gaceta de Salamanca:
aquí en su edición digital; y a continuación en su versión impresa: