“Tan
convencido estoy de que no existes/ que te aguardo en mi sueño para luego”. Siempre me gustó ese cierre que Benedetti da a Sirena.
El microcuento de Mónica Carrillo (publicado en El tiempo. Todo. Locura) me hace recordar aquel poema.
El microcuento de Mónica Carrillo (publicado en El tiempo. Todo. Locura) me hace recordar aquel poema.
Son esperas
de lo que no existe. Pero cómo negar la existencia a aquello que está siendo esperado.
Aunque Sabina lleve razón, y la lleva (“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”), convendría buscarle una vertiente positiva a todo esto.
La nostalgia de futuro, como Teruel, también existe. Pero esa particular morriña creo sin dudarlo que enriquece. A la vida le faltaría algo muy prioritario sin haber sentido (sin haberse dolido por) esos `porllegar´ sin porvenir.
Aunque Sabina lleve razón, y la lleva (“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”), convendría buscarle una vertiente positiva a todo esto.
La nostalgia de futuro, como Teruel, también existe. Pero esa particular morriña creo sin dudarlo que enriquece. A la vida le faltaría algo muy prioritario sin haber sentido (sin haberse dolido por) esos `porllegar´ sin porvenir.