Es triste que a buena parte de nuestros dirigentes se les llene la boca con su pretendido compromiso social, mientras asisten con indolencia o complicidad a determinados deterioros educativos. Deterioros que causarán mayor daño a la ciudadanía más humilde; a la infancia y a la juventud de menos recursos. Hoy arranco colaboración en El Español y aprovecho, para esta primera columna, el coloquio que brindaron Carmen Iglesias, Gregorio Luri y Fernando Savater (Fundación Ramón Areces, Madrid, 12-4-2023). La columna, publicada el 14-4-2023, puede consultarse
aquí.