Se escribe "Audrey Hepburn", se pronuncia "inmensa". Padeció mucha hambre a causa de la Segunda Guerra Mundial. Sufrió de cerca la ocupación de las tropas nazis, y siendo una adolescente ayudó a la resistencia frente al nazismo. Conocíó el abandono de su padre, y también el engaño de sus dos maridos.
En el lado positivo de la balanza, y al margen del éxito profesional, cabe destacar el amor a sus hijos, y a esa infancia más necesitada con la que se volcó, a través de Unicef, en ayuda humanitaria.
El nuevo documental sobre su trayectoria se titula Audrey.