Habla Ricky Rubio, nombrado el jugador más valioso del Mundial de Baloncesto. Es un referente. Una de esas personas que protagoniza la atención
de todos los medios. Uno de nuestros héroes deportivos contemporáneos.
Y cuando habla, cuando habla sin el balón entre las manos, sus palabras van para su particular e imprescindible guía. Su heroína no acapara, ni por asomo, la atención mediática que acapara él. Pero él sabe, él sabe de sobra, quién es su auténtica MVP.
Y cuando habla, cuando habla sin el balón entre las manos, sus palabras van para su particular e imprescindible guía. Su heroína no acapara, ni por asomo, la atención mediática que acapara él. Pero él sabe, él sabe de sobra, quién es su auténtica MVP.
Me parece de justicia subrayarlo. Hay estrellatos que no se circunscriben al Deporte. Estrellatos, además, que suelen pasar inadvertidos. Hay inconmensurables estrellas (como tantas y tantas madres)
que posibilitan el brillo a quienes luego vemos brillar.