Sabíamos que amanecer “no es
poco”. El dicho y la clásica película de Cuerda así nos lo habían
enseñado. También sabíamos, parafraseando a Claudio Rodríguez, que si tú el
amanecer te lo has llevado todo, “¿cómo voy a esperar nada del alba?”. Ahora
sabemos, en letras griegas, que cuando el amanecer es “dorado”… vienen curvas.
Hace una semana y media se
celebraron elecciones en Grecia. El
partido Amanecer Dorado resultó uno los grandes triunfadores de la jornada.
No se alzó con la victoria numérica, pero que un partido de corte neonazi
consiga 21 parlamentarios, es un claro logro para ellos, y es un manifiesto
mensaje de advertencia y amenaza para todos los que creemos en la democracia.
La perorata de su líder se ajusta al habitual patrón del nacionalismo
étnico: que si los buenos, que si los malos; que si los salvadores de la
patria, que si los traidores de la misma; que si el orgullo y la grandeza de
las raíces, que si la perversión y lo contaminante de lo foráneo; que si la
persecución de inmigrantes; que si el repudio a homosexuales…
Es el típico discurso henchido de zafio patrioterismo. Peligrosa
deriva que suele llegar acompañada de otros derivados peligros, y otras
deleznables bajezas. Es la típica monserga fundamentalista donde lo patrioteril llena el mismo espacio que
en otros integrismos ocupa la religión, la clase social, la raza, el color de
piel... La vida nos da sorpresas (rezaba la canción), y ejemplos nos da la
Historia.
Basta escuchar un rato al tal Nikolaos
Michaloliakos para observar los mismos tics tantas veces repetidos.
La soflama fanatizada vuelve a mostrarse tan ofendida y victimista, como
amenazante y coactiva. También ejemplo de esto último es ese grito del `salvapatrias´ de turno, anunciando la llegada del
mandamás: “Levantaos todos y prestad vuestros respetos al líder”,
ordena el mozalbete de Amanecer Dorado a los periodistas que asisten a la rueda
de prensa.
Tan sólo se escucha una voz de
protesta. El resto de profesionales de
la información obedecen el dictado de los `profesionales´ del dogmatismo.
Mal. Muy mal. Al igual que no cabe la sumisión ante una rueda de prensa sin
preguntas (incluso aunque sea de un político demócrata), por supuesto que
tampoco ha de caber la sumisión ante unos indeseables nacionalistas.
Ya habrá ocasión de volver sobre
ese despotismo (sin ilustrar) de naturaleza etnicista. Esas proclamas
reaccionarias no están circunscritas a Grecia. Circulan por toda Europa y son
abanderadas por iluminados de unas y otras tradiciones ideológicas.
El sol sale por el Este, pero `amanecidos´ como los descritos, `gamados´
y sin `gamar´, se encuentran a derecha e izquierda. Éramos pocos… y `amaneció´
sombrío.
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Artículo también publicado en Tribuna de Salamanca, 16-5-2012.
Artículo también publicado en Tribuna de Salamanca, 16-5-2012.