martes, 9 de junio de 2015

Juntos. Adelante. Siempre


No sé por qué, pero sé cómo: caminan juntos de la mano. No sé con qué destino, pero sé la dirección: caminan hacia delante. Quizá hayan compartido toda una vida, pero aún perdura el todavía: les aguarda un siempre por vivir.

Hoy me ha dado por cumplir 42 (ar)añazos. Y mira por dónde, lo que son las cosas, he querido reparar en esa foto. 

Una foto sencilla, improvisada, ocasional. Una foto realizada desde un simple móvil y sin ningún añadido técnico ni preparatorio. Pero me gusta. No es que me guste a pesar de su sencillez, es que me gusta, precisamente, por eso. Me gusta su forma. Me gusta su fondo. Me gusta su autora

Me gustan también esas bolsas de plástico que transportan, con coraje, la humildad. Y me gusta esa sombra, nada sombría, que les acompaña en la andadura. No sé cómo se llaman, pero ellos aciertan a nombrarse, porque ellos deciden decirse.  

Con discreción, y hasta sigilo, la imagen sugiere cuanto calla: su anécdota y su categoría, lo que habla y lo que connota, su literalidad y su metáfora.  

Ya dije: hoy me ha dado por cumplir 42 (ar)añazos. Y se me ocurren pocas aspiraciones que puedan estar a la altura de ese triunfo que encierra la escena. Si realizáramos un listado de propósitos, cada cual enumeraría sus particulares retos, sus personales desafíos, sus añoradas metas. Probablemente, aquellos empeños en verdad más valiosos se desprenderían de (o guardarían cierta conexión con) una escena equiparable.

Incluso, puede que en esa escena no aparecieran solo dos personas, sino muchas más. En todo ese abanico de posibilidades, en todos esos inabarcables supuestos, habrá distintas formas de caminar.

La imagen que nos ocupa opta por brindarnos su manera. Su anónimo y heroico modo de caminar: juntos, adelante, siempre.

twitter: @osanchezalonso